Ramón García pasó durante la noche del miércoles por el plató de Días de tele. Allí, repasó con la presentadora Julia Otero y los colaboradores los mejores momentos del programa más famoso de España: Grand Prix. 

"Cuando preguntábamos por el programa que más ha marcado a los jóvenes, respondían que era Grand Prix. Lo que tenían en común es que a todos les recordaba a sus abuelos", constató el colaborador José Miguel Contreras. 

Recordando cómo fue el programa, Ramón García, quien lo presentaba, admitió la dureza de las pruebas y el humor del equipo: "Detrás del plató había una pizarra con partes del cuerpo y las tachaban cada vez que alguien se las rompía en las pruebas". 

Y es que, los distintos retos para que los equipos ganasen tenían un gran grado de dificultad física. "Después de cada programa me pasaba por el hospital de turno a firmar las escayolas. Los concursantes se sentían orgullosos", recordó Ramón. 

El problema de estos incidentes es que no se podían parar las pruebas cuando ocurrían: "Apartaban a los heridos y las pruebas seguían porque era todo en tiempo real".

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El presentador admitió que la clave del éxito del programa era su sencillez. "Realizarlo era muy difícil, pero hacíamos que pareciese sencillo. Cualquier podía entender cómo funcionaba", confesó.