¿Qué días de la semana emiten MasterChef Junior? ¿Sabrían responder a tal pregunta? Tarea difícil en esta temporada. Como mucho, diríamos que lo ponen por Navidad. Porque la versión de niños de Masterchef se asocia tradicionalmente a estas entrañables fiestas. El propio tono del programa juega a la ilusión de cuando los peques están de vacaciones esperando los regalos de Papá Noel, los Reyes Magos o ambas magias.
Sin embargo, en este 2023, el talent show culinario en formato mini se adelantó e irrumpió en un prime time de lunes prenavideño. Casi se estrena a la vez que la propia rueda de prensa de presentación del estreno, que estaba convocada para ese mismo lunes. Luego el programa saltó al martes y miércoles. Pero, de repente, desapareció del miércoles para aparecer, de golpe, en esa franja horaria una película de los Cazafantasmas. Como consecuencia, los fans de los Cazafantasmas no tuvieron tiempo de enterarse y los fans de Masterchef se quedaron desorientados. Todos perdidos, todos desencantados.
Después de todo este vaivén de programación, parece que la próxima semana volverán los fogones minis en sesión doble en el martes y el miércoles, semifinal y final. Aunque ya el espectador no se fía. Tampoco ubica el talent en su rutina. Lo lógico es que Masterchef se mantuviera siempre en una posición, en la que TVE reafirmara sus apuestas en tele-realidad. No obstante, sobre todo, tanto cambio define uno de los problemas de la televisión tradicional: la contraprogramación al galope se ha quedado caduca, es una táctica desfasada y, en la actualidad, expulsa a un espectador que premia a aquellos canales fieles a una rutina que facilita recordar qué ponen en cada día.
De ahí que televisiones europeas no hayan perdido tanta fidelidad como las españolas. Mantienen una programación muy ordenada. Antes las cadenas peleaban entre sí, pero ahora la televisión lineal tiene que rivalizar también con las plataformas. Y, ahí, el bajo demanda está desmontando los vicios adquiridos por los canales lineales. Ya Antena 3 y Telecinco apenas mueven su programación porque en la estabilidad han aprendido que está su consolidación de públicos. La 1 de TVE, encima como televisión pública, debería incidir mucho más en evitar los mareos que sólo delatan inseguridad y expulsan públicos.
El espectador vuelve a la tele de siempre cuando siente que la tele de siempre es leal y baila al compás de sus hábitos de vida. Masterchef Junior puede ser un buen programa navideño con el calor de las cocinas y la ingenuidad de los niños, pero en esta etapa no se ha incorporado a la memoria colectiva entre tanto ir y venir. Lo mismo sufre la serie 'Guadiana' 4 Estrellas, que padece un día estar y otro no, un día es telonera de la apuesta de prime time y otro no. Hasta Prime Video ha colocado las galas de Operación Triunfo en lunes porque la cita ya estaba marcada en la nostalgia del espectador. Somos seres de costumbres, y la compañía de la tele funciona en la coherencia de pensar más en no fallar al público que en el estrés de desmontarlo todo para pulir un efímero promedio de audiencia. Esta táctica a veces funciona en formato cortoplacista. Pero es roscón de reyes para hoy, carbón para mañana.
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