"Lo que antes fue gratis, resulta que ahora no. Fue gratis y ahora no. Fue gratis y ahora no". Esta frase hay que leerla al ritmo del mítico Just Can't Get Enough. Los cómicos de Oregón TV de Aragón TV han revisionado a los Despeche Mode con una letra musical que habla de cómo hemos cambiado desde un ingenioso sarcasmo.
"Llevar maletas, cuando ibas en avión. Fue gratis y ahora no. Fue gratis y ahora no. Y no existía la zona azul. Aparcar el coche era gratis. Fue gratis y ahora no. Darte una bolsa en el supermercado. Fue gratis y ahora no". Los de Oregón empiezan la enumeración y ya es difícil dejar de tirar el hilo a través de las mejores risas cómplices: las que nos dejan pensando. Porque pagamos por todo como nunca. A veces, como arma disuasoria para paliar la depredación que llevamos dentro. Véase el uso y abuso del plástico.
Aunque, a menudo, hay sobrecostes que delatan la manera en que ya somos más consumidores que ciudadanos en cada rincón de nuestra vida cotidiana. Primero se nos crea un hábito de manera gratuita y, después, hay que terminar pagando por su uso como si fuera un privilegio. Aunque no lo sea.
Como recalcan los guionistas de Oregón TV, viajar con maleta en un avión o ir al baño en una estación de tren es representativo de aquellos servicios que eran una cortesía básica y, en la actualidad, se han convertido en regalías que hay que abonar.
Hasta estamos pagando por ver anuncios en plataformas como Prime Video. Y a algunos les parece cool. Eso sí que no lo vimos venir: terminamos apoquinando por ver esos anuncios que antes nos permitían disfrutar la tele gratis en un nuevo modelo de entretenimiento audiovisual que financiamos muchas veces y de muchas formas. Porque nosotros sí que regalamos la jugosa información de nuestra vida mientras disfrutamos de unas aplicaciones que comercian con el rastro que dejamos en ellas. Sin ni siquiera percatarnos del incalculable valor que atesoran nuestros gustos e incluso nuestras emociones.
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