Nada más cruzar las puertas de First dates, Carlos Sobera quiso saber el motivo por el que Óscar había decidido acudir a buscar el amor al restaurante más famoso de la televisión.
"He venido porque Tinder ya no me funciona. A ver si tengo suerte y encuentro a alguien decente", señaló el barcelonés. El presentador le contestó con rotundidad: "Vas a salir de aquí con pareja".
"Busco una chica sencilla, que tenga valores, que no mire a nadie por encima del hombro. Mi pasión es el deporte, así que me gustaría que se cuidara haciéndolo", añadió.
Su cita fue Yoli, una dietista de Barcelona que fue al espacio de Cuatro a encontrar a "alguien que le guste el deporte y se cuide. Que no sea el típico que esté en el sofá todo el día comiendo patatas fritas", aseguró.
Ambos se gustaron bastante al conocerse en la barra del local, reconociendo que el equipo del programa había acertado de lleno en emparejarlos.
Los ocho años de diferencia de edad (30 y 22) entre ambos hizo mella en Yoli que, pese a destacar que Óscar se cuidaba bien, le parecían demasiados para mantener una relación duradera.
La cena giró sobre su amor al deporte, incluso llegando a reconocer cierto culto al cuerpo: "El físico para mí es muy importante, estoy un poco obsesionada con el gimnasio. Soy la loca de las pesas", afirmó la dietista.
Al final, Óscar sí que quiso tener una segunda cita con Yoli porque "la he visto una chica despierta y hemos conectado según que temas". Ella también quiso quedar otra vez con él: "Somos muy afines", concluyó.
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