Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Nebulossa a Eurovisión: "Zorra" ha dejado de ser oficialmente una ofensa

Lo mejor y lo peor de la propuesta de Nebulosa para la carrera hacia Eurovisión
Nebulossa a Eurovisión. Nebulossa ganadora del Benidorm Fest
Nebulossa a Eurovisión. Nebulossa ganadora del Benidorm Fest
RTVE
Nebulossa a Eurovisión. Nebulossa ganadora del Benidorm Fest
Nebulossa
EFE

"No sé si eres consciente, pero estás haciendo historia", grita Ruth Lorenzo a Mery Bass tras alzar el trofeo del Benidorm Fest. Nebulossa representará con Zorra a España en Eurovisión. Una mujer real, como dice la propia canción. Una mujer con experiencia, curtida, con una canción con mensaje, la más tarareada por el público que ha asistido al polideportivo donde se realiza el festival.

"Eres nuestra Madonna española y estamos felices de descubrirte", reivindica Ruth Lorenzo antes de que Nebulossa vuelva a cantar y celebrar su Zorra. Pretende ser un himno con más profundidad de lo que puede aparentar a primera vista, pues intenta dejar inutilizado el insulto machista que siempre está detrás de "Zorra". Mery Bass lo interpreta con la seguridad de la experiencia y la emoción de percatarse de que ahora es su momento, "sólo era cuestión de tiempo".

Toca apurar la puesta en escena de cara a Eurovisión. Para que se entienda. Aunque no hablen nuestro idioma. La estética que Nebulossa ha llevado al Benidorm Fest ha picado el anzuelo del demasiado obvio cliché del burlesque cabaretero que ha restado poder a su reivindicación, ya que la escenografía cae en el tópico del insulto de "Zorra" del que se pretende apropiar y, como consecuencia, no termina de desactivar su tóxico uso social. Al menos, visualmente.

Quizá Zorra debería dar todo el protagonismo a la mujer real, como dice la propia letra del tema. Y a la experiencia de la madurez, como Nebulossa consigue en el videoclip. Es un error para contar la historia de la canción tirar de los estereotipos de 'madame' que utilizaban para denigrar a las mujeres, siempre rodeándolas de la necesidad de vínculos masculinos y ambientes sórdidos de terciopelo, corsés, lucecitas y, paradójicamente, oscuridad. 

Zorra es mucho más que eso. Zorra con otra escenografía puede remover el festival de Eurovisión. Un himno a festejar porque no se queda simplemente en lo tarareable, también cuenta con un mensaje que descoloca, que desconcierta, que enciende, que trasciende. Porque habla de una mujer que no piensa pedir permiso. Porque intenta anular los estigmas con los que hemos crecido. Puede lograrlo gracias a la interpretación de una artista de 55 años que ya apunta a icono de emponderación social: "estoy en un buen momento, sólo era cuestión de tiempo". Zorra desde esta noche ha empezado a dejar de ser una ofensa.

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