El pasado viernes se conocía la decisión de RTVE de cesar a Mónica López al frente del magacín matutino La hora de La 1, que se emite en la primera cadena de Televisión Española. Este domingo, la presentadora ha roto su silencio.

"Ha sido un enorme placer y un orgullo trabajar con el equipo de La hora de La 1. Ellos ya saben cuánto les admiro y les adoro. Gracias mil por las muestras de cariño. Me llevo un año absolutamente maravilloso, que he disfrutado casi cada minuto. Y a los casi puñalás", escribió la meteoróloga catalana en su cuenta de Twitter.

La meteoróloga prosiguió: "A los bonitos: os leo y tenéis mi amor para cada uno. A los feos: qué vida más perra si no tenéis nada más que hacer que venir a vomitar mierda a Twitter...", dijo.

Este viernes ha concluido la etapa de López en este espacio para ausentarse por motivos vacacionales mientras le sustituye Igor Gómez. Aunque los telespectadores esperaban volverla a ver en septiembre, no será así.

TVE ha anunciado que el formato actual será reestructurado, con cambios para el próximo año entre los que podría estar un nuevo nombre, pero aún no se ha decidido quién será el presentador.

"En los próximos días" se anunciará cómo será finalmente el nuevo formato que tomará las riendas de las mañanas de lunes a viernes en la cadena pública. La catalana continuará trabajando para RTVE, aunque en otro puesto que aún no se ha determinado.

El nuevo Consejo de Administración es quien ha tomado esta decisión fulminante para la presentadora, que se encontraba al mando del programa desde su inicio.

La falta de experiencia de la meteoróloga en este tipo de espacios, sumado a las polémicas que han protagonizado en los últimos meses, ha hecho que desde el principio su continuidad sea cuestionada.

Según el ente público, su "tono crítico" durante la entrevista a Rocío Monasterio durante la campaña electoral en Madrid supuso "un posicionamiento, en apariencia al menos, contrario a la candidata entrevistada, dando lugar a un conjunto de réplicas y contrarréplicas de la periodista, cuestionando reiteradamente la contestación que le daba la candidata y entrando en debate con ella" con ausencia de "la neutralidad y el equilibrio con que deben actuar los profesionales de los medios públicos de comunicación en este tipo de entrevistas".