"Tiene algo de metafórico que nos juntemos los tres para hablar de una persona con la que hemos estado y vivido tantísimos años, una auténtica maestra de esto que nos dedicamos". Jorge Javier Vázquez se reencuentra con Belén Esteban y Lydia Lozano a través de una conexión en Cuentos Chinos. Acaba terminar el funeral de Maria Teresa Campos. Y ahí están sus compañeras, hablando del legado de la maestra de la comunicación.

Se ha hablado mucho de María Teresa Campos en el aluvión de magacines de mañana y tarde que plagan nuestra pantalla actual. Sin embargo, esta fugaz conexión ha sido una de las apariciones que más verdad ha removido desde su fallecimiento. Porque Jorge, Belén y Lydia son aquello que logró María Teresa: no ser parte del decorado, ser parte de la sociedad. Aunque abracen famas gigantes. Aunque hayan ganado mucho dinero. Siguen siendo. Siguen pisando la realidad social.

"Han venido alcaldes, ministras, pero también han venido las amigas", destaca Belén mientras recuerda momentos vividos con Teresa. Comparte con esa espontaneidad que no cae en demasiados lugares comunes. Porque es generosa para explicarse desde la sinceridad de la vivencia que entiende que la relevancia está en la particularidad que describe los momentos y no en el tópico 'quedabien' de usar y olvidar. Incluso relativizando la intensidad con la inteligencia del humor de barrio, de todos. Eso es comunicar. Eso es una clase maestra de comunicación. 

María Teresa Campos, el arte de la complicidad

En una televisión perdida, que hasta confunde elegancia con clasismo, este rato ha representado uno de los tantos legados de María Teresa Campos como inspirador puente de encuentro entre personas, en donde la verdad gana a las posturas. Por eso mismo, esos minutos de Cuentos Chinos no han permitido parpadear. Por eso mismo, han sido tan especiales. Por eso mismo, el propio Jorge Javier Vázquez ha suspirado un: "ahora que os veo, me doy cuenta de lo que os echo de menos".

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