Mamen Mendizábal: "El de Ricky Martin tiene elementos comunes con otros bulos por todo el mundo"

La periodista Mamen Mendizábal.
La periodista Mamen Mendizábal.
Roberto Sastre / ATRESMEDIA
La periodista Mamen Mendizábal.

En 1999 Antena 3 emitió un capítulo del icónico Sorpresa sorpresa. De la noche a la mañana corrió el mayor bulo de la historia de España, relacionado con un perro, una niña, mermelada y Ricky Martin. Mamen Mendizábal desmonta e indaga cómo surgió esta mentira mil veces repetida en Anatomía de… (La Sexta domingo, 21.30 h), un programa que recupera historias del pasado que no acabaron de contarse y las muestra por todas sus aristas.

¿Cómo seleccionaron todas estas historias que están trayendo de nuevo a la actualidad?La verdad es que tenían que cumplir un criterio básico para entrar en nuestra lista y es que estuvieran incompletas. Hay algo que ocurre en el día a día de los medios de comunicación y es que contamos el titular, pero algo ocurre al día siguiente que te hace olvidar lo que contaste el día anterior. Muchas veces creemos saber lo que ocurrió, pero solo conocemos el titular, no conocemos lo que pasó de verdad, la historia que hay tras la historia.

Todos estos temas que traemos tienen tienen muchas caras, b detrás, muchas subtramas que han ido ocurriendo a lo largo del tiempo, o bien porque ha entrado la verdad judicial con la lentitud de la justicia, 15 años después, o porque ha parecido una prueba reveladora que hace que la investigación dé un vuelco o porque hay un personaje que no había hablado hasta el momento y de repente te cuenta su verdad... Por tanto, tenía que haber una historia. Tras la historia. No es un reportaje pegado a la actualidad.

Tenía que haber una historia tras la historia y no ser un reportaje pegado a la actualidad, necesitábamos que hubiera pasado tiempo y para nosotros era muy importante hacer una mezcla de entrevistas, recreaciones muy cinematográficas y usar el archivo, que da una base de memoria y de contexto para llevarlo con una narrativa de true-crime, que es la que nos parece que hace que este formato sea verdaderamente nuevo. Se aleja del reportaje, fragmenta la historia a capas y va poco a poco desvelando la información, haciendo muy partícipe al espectador.

Todas las historias fueron un bombazo en su día, ¿tenemos mala memoria en este país o es el albur de los tiempos porque estamos saturados?Es una dinámica general, ni siquiera creo que sea de este país. Lo que ocurrirá mañana, tapará lo que ha ocurrido hoy, en lo político, en lo social, en lo medioambiental, en nuestras propias preocupaciones… la vida va súper deprisa y hay un montón de cosas que hacen que olvides lo del día anterior. En los medios cada vez hacemos menos cosas en profundidad y más cosas rápidas. Se lleva un periodismo de consumo rápido y eso hace que tampoco se profundice en las historias. Hay muchos factores los que entran en juego. Hemos encontrado un formato en los defectos de fábrica del periodismo.

True-crime… ¿no ha tenido la tentación de poner voz de Gloria Serra en algún momento?Bueno, perdona, yo ya tengo una voz de Gloria Serra, un poco de base (risas). Gloria Serra es uno de los mayores mitos de la televisión en España, así que si en algo me puedo a acercar a ella, bienvenido sea, porque es una diosa de la tele, pero yo de fábrica ya tengo mi propio gloriaserrismo.

¿Le da la sensación de hacer justicia con estos reportajes?En algunos casos desde luego, en el primero que hicimos, sobre la estafa paralímpica, sin ninguna duda. Además ha ocurrido una cosa preciosa e inesperada después, tras poner el programa el foco en en un hecho muy olvidado, pero muy indignante y con consecuencias muy graves, que es que se creó un movimiento para recoger firmas para que fueran de alguna manera reconocidos Juan pareja y Ray Torres. Me emociona un montón, y sí tengo una sensación de justicia porque los espectadores hayan percibido el asunto y se habían movilizado.

¿Tiene algún truco o habilidad para que la gente le cuente cosas peliagudas?Te voy a contar cómo se llama mi truco: seres humanos que forman parte de un equipo. Es una suerte que nos entrevistéis a los que damos la cara o a los que dirigimos a los equipos, pero es que los equipos están montados por gente excepcional y que trabaja de manera excepcional. Hay muchísima perseverancia en los equipos para conseguir a los entrevistados. Y luego, no me quitaré mérito, yo tengo mucho oficio y por tanto sé tocar las teclas que te hacen hablar, que te hacen sentirte cómodo para contarme tu verdad o para que no me mientas. Pero es un trabajo muy de equipo.

Los implicados serán más reticentes a hablar, ¿se han encontrado con muchos noes?Te encuentras con muchos noes cuando visitas temas incómodos. Si tú tienes interés en que la estafa paralímpica se olvide para siempre y yo te llamo porque tú has sido uno de los implicados en esa estafa o has participado en ella y 25 años después voy a volver a sacar tu cara, pues probablemente no tengas ningún interés en ayudarme ni en participar. Todo lo contrario, me amenazas con denunciarme si lo hago, es un poco la dinámica a la que nos enfrentamos normalmente. A mí eso solamente me impulsa hacia adelante. También hay temas que son de otro tipo y donde afortunadamente hay gente valiente, hay gente que quiere reírse o que te quiere contar su verdad.

¿La primera vez que le denuncian da más miedo que las sucesivas?Sí, la primera vez te da miedo. La primera vez que tienes que ir a declarar ante un juez, da miedo, todas esas primeras veces dan miedo, pero es que los malos casi siempre te denuncian, porque tienen muy pocas formas de frenarte, además de jugar con el miedo, que es una de sus estrategias de defensa. Una vez que entiendes que forma parte de esa dinámica se te quita el miedo. Yo me siento muy respaldada por la cadena y por el equipo de abogados de la tele y también y por el derecho a la información, que nos protege cuando el trabajo está bien hecho.

¿Marca trabajar con Producciones del barrio? ¿Jordi Évole ha metido mucha baza?Évole ya tiene mucho lío con lo suyo, pero lo que también tiene es gran equipo y la productora cuenta con una marca personal de calidad. Frente a otras productoras, que se quedan con el dinero y a lo mejor a la producción le destinan un porcentaje muy pequeño porque lo que buscan son beneficios, aquí el dinero está destinado a hacer el mejor producto posible y eso es una suerte. Tengo el máximo grado de libertad deseable y los medios a mi alcance para hacer el mejor producto posible y eso no es habitual.

¿Y le marcó ser discípula de Gabilondo?Eso marca como si fuera una religión, eso marca para siempre. Primero, porque no puedes olvidar las lecciones que has aprendido de verle trabajar. Segundo, porque él tiene un nivel de exigencia que heredas y tienes un nivel de exigencia contigo misma, enorme. Y tiene un respeto por la profesión gigante y mucha pasión. Gabilondo tiene la edad de mi padre y sigue teniendo mucha pasión y mucho respeto por la profesión. Yo quiero ser como él siempre. Fue una época que ha marcado lo que soy profesionalmente.

Fue también presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ¿Percibe que la sociedad tiene actualmente un cierto desapego con la profesión periodística?Bueno, el apego y el desapego a la profesión periodística va por oleadas y en eso también tenemos nosotros responsabilidad. Los medios de comunicación cuanto más se quieren parecer a una red social más pierden su identidad. Los periódicos que se han convertido en páginas web buscando clics fáciles, vídeos sensacionalistas y con titulares falsos tienen poco recorrido. Las televisiones que hacen sus propios bucles de programas muy parecidos y con mentiras recurrentes, también tienen su tiempo de defunción marcado. Cuanto peor ejercemos el periodismo más sufrimos y cuanto más nos queremos parecer a lo que nos amenaza, más nos equivocamos. En Anatomía de... tratamos de volver a los orígenes para desde ahí construir.

¿Por qué pasa todo esto?Creo que es una tendencia que tiene que ver con la precarización de las redacciones y de nuestra profesión. Hay un poco de sensación de despiste en los medios, de no saber muy bien hacia donde tirar, algo que ha provocado este cambio social tan grande y tecnológico que está ocurriendo.

¿La importancia del periodismo debería enseñarse en los colegios ante ese cambio tecnológico y de redes sociales?Pues yo no tengo hijos, no sé trasladarme ahí, pero veo otras capas de la sociedad con las que estoy más en contacto y creo que que no tenemos herramientas de protección ante los bulos, las mentiras… no ponemos en valor lo que supone tener un periodismo con salud de hierro. Nos entran los bulos solos, no tenemos capacidad de reacción. Los bulos tienen ingredientes que hacen que sean superatractivos, tienen un componente emocional enorme, apelan directamente a las emociones, dicen exactamente lo que tú quieres oír, van a tu línea ideológica y nos llevan a esta guerra cultural en la que estamos metidos, en la que hay una dialéctica simplista de malos y buenos.

Si a todo esto le sumamos también la inteligencia artificial, que ha venido a jugar con nosotros y con nuestra percepción de la realidad, porque puede falsear una foto o unas imágenes… hay un clima de amenaza a la profesión periodística que o empezamos a formarnos como ciudadanos, no sé si en las escuelas y a los niños, pero los ciudadanos necesitamos saber cuáles son las herramientas que utiliza la mentira, para protegernos y para ser libres.

¿Cómo le llegó a usted la vocación periodística?A mí a mí me gustaba y yo creo que quería ser periodista desde pronto, porque era muy fan de Maruja Torres y de Rosa María Calaf, pero fan muy fan, de fenómeno fan. Ellas me inspiraban yo quería ser como ellas. Yo veía que en un contexto todo de hombres, las mujeres recorrían los grandes conflictos internacionales, que estaban en las guerras, estaban contando en directo lo que estaba ocurriendo y las veía libres. Me parecía que el periodismo tenía esta mezcla de literatura, viajes y libertad. Y algo de eso tiene, aunque tenga mucho más trabajo de redacción, mucho más ingrato, y picas mucha más piedra.

En mí ha habido siempre y va ha haber un factor que tiene que ver con la búsqueda de la justicia social, que es algo que que me articula el periodismo también. El periodismo tenía muchos ingredientes que hacían que para mí fuera fuera la profesión perfecta.

¿Lo ha sido?Lo ha sido. Ha tenido sus altibajos, sus disgustos, sus momentos memorables, sus éxitos... pero para mí estos 25 años han sido y están siendo un viaje precioso.

¿Si pudiera saberlo todo sobre un tema, cuál sería?Pues mira, no te lo voy a contar porque pretendo llevarlo en próximos episodios.

Podemos fantasear, ¿la muerte de Kennedy, por poner un ejemplo?A mí, a mí realmente no me gustan los grandes misterios que ya han sido muy trabajados. En estos 10 episodios hay algunos casos de los que parece que ya hay poco que contar, que han sido muy muy visitados, pero que a pesar de eso tienen mucho interés. Pero los programas que más me gustan de la serie que hemos hecho son las historias menos conocidas, menos sabidas, que son las más sorprendentes.

Es usted activa en Twitter y ha perdido el check azul, como casi todos, ¿le ha dolido?No me puede importar menos, me da exactamente igual. Elon Musk me parece un personaje, como una parodia de sí mismo, un millonario en ridiculizándose. Con la cantidad de cosas que puede hacer, con la cantidad de cambios sociales que puede introducir, ¿por qué pierde el tiempo en hacer el tonto?

Entramos en el tema de Ricky Martin, que centra el tema del episodio que viene, ¿cómo describiría este asunto?Es un bulo que ha traspasado el tiempo y las generaciones. Es un bulo divertido pero preocupante, que creo que ahora mismo sería imposible que ocurriera. Con este programa se acaba ya el bulo, el que siga diciendo que vio ha Ricky Martin, la niña y la mermelada es que ya tiene ganas de mentir por encima de sus posibilidades, porque no hay ángulo que no hayamos tocado en este programa. No sería posible que ocurriera ahora porque si algo pasa en la televisión, puedes conectarte a Internet y ver lo que ha ocurrido, puedes revisitarlo, pero en aquel momento estábamos en una sociedad con internet incipiente, con unas redes sociales que eran prácticamente chats, eran otro mundo y la televisión lo era todo. ¿Y porqué se extendió y se convirtió en una verdad intergeneracional? Porque tiene todos los elementos que hacen que sobreviva: la parte sexual, la parte morbosa, la televisión, un gran formato como soporte, no olvidemos que Sorpresa, sorpresa era un formato masivo que veían millones de personas.

¿Es typical spanish?A lo largo de la investigación hemos descubierto, que no es marca España, este bulo tiene elementos comunes con bulos por todo el mundo y que lo hacen muy atractivo. Al final siempre hay una mujer por en medio, una mujer que sufre unas consecuencias tremendas y una humillación. Es muy curioso también recorrerlo, porque hay una pata judicial que lo hace aún más interesante y muy preocupante.

¿Recuerda quién se lo contó a usted?Pues no, la verdad es que me encantaría tener una historia de mi historia, pero no. Recuerdo que me lo contaron, pero no cómo, ni qué edad tenía yo. Lo que sí que recuerdo con mucha viveza es Sorpresa, sorpresa, porque ese programa marcó una época de la televisión. Era un formato súper ambicioso, una televisión que ya no se hace, donde hacían cámaras ocultas y sorpresas donde había cómplices y muchas cosas que sucedían sin control, porque en directo, cuando tú te planteas sorprender a la gente el control te trasciende.

¿Han hablado con Ricky Martin?Lo hemos intentado, pero no ha querido. Creo que Ricky Martín es uno de los agraviados por este bulo, porque es que ni siquiera estaba en España el día del bulo. Le ha perseguido y creo que le ha manchado de alguna manera y se quiere alejar de él.

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