El excolaborador de Sálvame y uno de los protagonistas de Sálvese quien pueda, que llega a Netflix el próximo 10 de noviembre, Kiko Matamoros, ha hablado con Semana sobre su experiencia grabando el reality, así como de su ocupación actual fuera de la televisión o sus relaciones familiares.
"Mi participación en televisión está vinculada a La Fábrica de la Tele, yo me ajusto a lo que ellos requieran o propongan", explicaba Matamoros sobre su situación laboral, pues tiene exclusividad con esa productora, que hacía Sálvame en Telecinco y ha hecho Sávese quien pueda en Netflix.
"Viví 40 años sin depender de la televisión y estoy dispuesto a vivir otros 40 de la misma manera", decía el colaborador, que a falta de proyectos dedica su tiempo "al ocio". Mientras, apunta a una mano negra, a "alguien fuera de la productora y con mayor influencia en las decisiones de la cadena ha preferido que no participe" en algunas propuestas.
De Sálvame recuerda haberse divertido, pero también haber llorado y haberlo pasado mal, aunque hace ver que "exponerse forma parte del contrato. Evidentemente, ha habido momentos duros y complicados", dice, aunque eso "forma parte del trabajo".
De la convivencia en Sálvese quien pueda destacaba cómo la convivencia fuera del plató le había reportado sorpresas, como conocer más a María Patiño. "A pesar de sus exageraciones o su punto infantiloide, descubrí que es una buena persona. He descubierto a una nueva María Patiño", afirmaba el colaborador.
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