En tan solo cinco programas de la undécima edición de MasterChef han ocurrido todo tipo de sucesos. Desde una intoxicación alimentaria, un embarazo inesperado y una profesión puesta en duda, lo relatado por Jeremy, uno de los concursantes del programa se ha convertido, sin duda, en la historia que más ha impactado a los espectadores.

Con motivo de la prueba de exteriores, los concursantes se trasladaron a Vejer de la Frontera (Cádiz). "Hacía mucho que no venía para el sur", apuntó el joven de 20 años, procedente de Granada, que aprovechó para contar cómo fue su infancia.

"La última vez que vine discutí con mi madre y luego de ahí a Algeciras, que es donde viví con mi madre y su pareja y es donde sufrí maltrato. Tenía solo siete años", son las duras declaraciones que Jeremy ofrece durante el cocinado.

Hablar de su relación con su madre es algo delicado para él, pero en Pilu ha encontrado una confidente para contarle todo lo que ha vivido. "Estuve meses sin ir a clase porque con los moratones que tenía no podía verme nadie", le confesó.

"En 2011 perdí el contacto con mi madre. Después fui a verla unas Navidades y tuvimos una discusión y a raíz de ahí decidí apartarla y ya inicié un proceso de demanda contra ella por el maltrato", detalló Jeremy, aprovechando el haber contado su testimonio para lanzar un mensaje de apoyo a todo aquel que esté pasando por una situación parecida.

"Le quiero decir a la gente que está sufriendo, o ha sufrido, malos tratos que ese miedo se va yendo. Al final conoces a alguien que te hace volver a creer en la humanidad", dijo fuera del cocinado.