El divorcio de Mediaset y La fábrica: "A los colaboradores de 'Sálvame' se les prohibió entrar en Mediaset tras acabar el programa"

Óscar Cornejo y Adrián Madrid, fundadores y directores de 'La Fábrica de la Tele'.
Óscar Cornejo y Adrián Madrid, fundadores y directores de 'La Fábrica de la Tele'.
La Fábrica de la tele
Óscar Cornejo y Adrián Madrid, fundadores y directores de 'La Fábrica de la Tele'.

"Yo soy yo y mis circunstancias", decía Ortega y Gasset. Mediaset era Mediaset y sus productoras. Ahora, ese paradigma ha cambiado, sobre todo después de ese cacareado divorcio entre la compañía de televisión italiana y La fábrica de la tele, la que fue su baluarte, con producciones como Sálvame, que durante 14 años reinó en las tardes de las pequeñas pantallas. 

En los próximos días La Fábrica de la tele y Mediaset firmarán el documento que supondrá la desaparición de la productora, que hasta ahora pertenecía a partes iguales a dos de sus fundadores e ideólogos, Adrián Madrid y Óscar Cornejo, y a Mediaset. 

El documental de Rocío Carrasco, la cancelación de Sálvame, las tensiones a cuenta de María Patiño y Nuria Marín... el crujido frio y seco que marcó la ruptura del amor entre los responsables de La Fábrica y Mediaset no fue uno, sino varios. Y en La fábrica no lo oyeron. 

"Nos negaban todo, ellos [Mediaset] nos negaban a la cara el runrún que contaba la prensa sobre Sálvame, de su final, es más, nos hablaban del futuro, con un millón de detalles", contaban los responsables de La Fábrica de la tele en su primer acto social. 

Y es que durante décadas Mediaset centralizó toda la comunicación con la prensa y sus productoras vivían en un ecosistema cerrado en el que se dedicaban a llevar espectadores. De lo demás, se encargaban las altas esferas de la cadena. 

Ahora el divorcio pasa por sus distintas fases. De ahí esa etapa de ira de los colaboradores de Sálvame, por ejemplo, con Belén Esteban como una suerte de portavoz, lanzando pullas hacia Telecinco. 

"Belén el día de la presentación de Sálvese quien pueda (Netflix) de pura rabia dijo cosas porque le puede el pronto", hacían ver los responsables de la ya a pocos días de ser extinta productora. 

Y quizá no se a para menos, pues a los colaboradores de Sálvame, como Belén Esteban, Lydia Lozano, Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Chelo García-Cortés, Terelu Campos o Víctor Sandoval, "se les ha vetado, se les ha prohibido entrar en las instalaciones, se ha prohibido que se les llamara, que se hiciera nada con ellos", confirmaban fuentes de La fábrica de la tele. 

Con todo, el espíritu de esta ruptura, que implica la desaparición de La fábrica de la tele, un ERE en la misma de varias decenas de trabajadores, la extinción de los contratos y exclusividades de los colaboradores (por ejemplo los de Sálvame) y el traspaso a otras productoras de Viajando con Chester, Socialité y Todo es Mentira, quiere ser amistoso. 

"Nos hemos puesto de acuerdo en ponernos de acuerdo con Mediaset. Eso ha llevado a ponernos también de acuerdo en acabar con nuestra relación actual, que ya era tóxica y lo mejor era acabarla. Es lo más inteligente. Acabar con la relación fue una decisión nuestra, porque nos hicieron sentir que no se nos quería", hacían ver los responsables de la Fábrica. 

Esta semana o la siguiente se firmará con Mediaset la separación y disolución. "Eso tiene consecuencias, pero no significa que las dos producciones que están en emisión (Socialité y TDEM) salgan de La Fábrica, porque eso podría llevar un tiempo y ellos tienen que arreglar las cosas con terceros". Esos terceros son las productoras que podrían subrogar los programas, así como a sus trabajadores y equipos. 

"Sentíamos que cualquier producción en nuestras manos corría peligro, aunque tuvieran resultados de audiencia o fueran rentables, así que tomamos nosotros la decisión de no renovarlas cuando el 31 de diciembre se terminaban los contratos", hacían ver Cornejo y Madrid. 

La Fábrica ha producido para Mediaset durante 17 años y casi 5.000 personas han pasado por sus oficinas, producciones, redacciones y platós. Con el dolor de quien solo ha vivido una realidad llena de mieles que ahora termina, no se guarda rencor. "Fueron 14 años de libertad [los de Sálvame] editorial y de contenidos", explican, pero "si un día te pisotean, te duele ese día. Al siguiente se te pasa, pero está ahí". 

Era tal la preponderancia de Sálvame en Telecinco que incluso llegó a estar por encima de otras decisiones del grupo audiovisual: "Del código ético se dijo que no se aplicaría a Sálvame", revelaban. 

Con la salida de Mediaset del que fue su consejero delegado durante dos décadas, Paolo Vasile, la corporación decidió un cambio de rumbo hacia una televisión pretendidamente menos polémica, algo que acabó por minar muchos pilares. 

"No queremos lío, queremos seguir haciendo tele", explican los responsables, que aseguran que al ceder los formatos aún en producción están "renunciando a mucho dinero". "Esto siempre ha sido una historia de amor. No somos empresarios y no sabemos vivir de otra manera", dicen los dos creadores de televisión. 

Eso sí, aún queda un vínculo con Mediaset, como un hijo sobre el que repartir la custodia: Sálvese quien pueda. Al tener Mediaset un 30% de La Fábrica y haber producido ésta ese programa para Netflix, hay un carajal legal que habrá que resolver. "La segunda temporada de Sálvese se va a hacer, pero no sabemos cómo. Netflix quiere continuar y que sigamos nosotros y están a la espera a ver cómo lo hacemos", explican.

A Óscar Cornejo y Adrián Madrid el futuro les es incierto, aunque la dirección es clara, con ofertas "sorprendentes" que les han llegado tras saberse que rompían con Mediaset: "No tenemos construido nuestro futuro. Nos encantaría seguir haciendo tele, haciendo ruido", dejaban ver. 

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