Este miércoles, Corinna Larsen protagonizó la última entrega de En el punto de mira, el formato de investigación de Cuatro. El mismo día en el que se archivó una causa contra ella del caso Villarejo, el programa hizo un recorrido de su vida, contando desde su infancia a su presente, en un lujoso barrio de Londres y aterrorizada por el CNI.

'La Garganta', la enorme finca en la que tuvieron su primer encuentro el rey emérito y Corinna Larsen

El periodista Javier Ruiz explicó las propiedades con las que se había hecho la empresaria, mediante un entramado financiero, durante los años que estuvo vinculada al rey emérito. Ruiz desgranó las posesiones de Larsen que investiga Suiza por el posible delito de blanqueo que planea sobre ella.

El primero de los regalos de Juan Carlos I es un palacete en Gales valorado en 6,7 millones de euros. Para ello la pareja "creó una sociedad que recibe el dinero del rey emérito, se le traspasa a Corinna y luego recibe el dinero otra sociedad a nombre del hijo de la empresaria". 

Según contó, se diseñan estos entramados con la finalidad de que no se sepa nunca de quién ha venido el dinero. El segundo regalo es Eaton Square, otro palacete, en esta ocasión en Londres, valorado en 5,6 millones de euros. En esta ocasión, la transacción se había llevado a cabo mediante Panamá, evitando inspecciones de las agencias tributarias española y británica.

Lo siguiente son dos apartamentos en Villars Sur Olon, en los Alpes Suizos. Cada inmueble habría costado dos millones de euros, y para ello se habrían vuelto a valer de una sociedad en Panamá que recibe el nombre de Siam Partners (socios siameses, en referencia a su relación), algo que el periodista calificó como "una desvergüenza". 

Según explicó, a día de hoy se está analizando si los entramados eran legales o no, y que para ello debían saber a cuánto ascendía la fortuna del rey emérito. Además, a las propiedades citadas más arriba, añadió 64,8 millones de euros regalados en efectivo, sumando 79,1 millones de euros. 

A la pregunta sobre quién se había aprovechado más de quién, Ruiz contó que, en esta película, solo hay "malos y peores", y que Villarejo estaba filtrando informaciones para evitar su propia caída. Pero no por ello restó culpa a Corinna Larsen ni a Juan Carlos I, de quienes dijo que eran "muy turbios".