Loreen ha hecho historia al convertirse en la primera representante femenina en ganar Eurovisión dos veces -Johnny Logan lo hizo en 1980 y 1987 por Irlanda-. La cantante, que se llevó la victoria en 2012 con Euphoria, fue la más aclamada por jurado y público este año, sin embargo, parece que el clamor no fue igual a su regreso a país.

Con el resultado de este año, Suecia se equipara a Irlanda como el país que más veces ha ganado el festival: ambos han vencido en siete ocasiones.

De este modo, Loreen se convierte en uno de los rostros eurovisivos más famosos de la etapa reciente de Eurovisión y su Tattoo puede que se una a su anterior canción en las listas de éxitos. Aun así, podría parecer que esta victoria se ha recibido con frialdad entre los suecos, o al menos su actitud así lo insinúa.

La artista de 39 años regresó al aeropuerto de Estocolmo, capital de Suecia, y, al llegar, había una multitud de personas esperándola que gritaron al verla, pero después, mientras hablaba con la prensa, mantuvieron silencio. Este es un recibimiento bastante distinto al de Blanca Paloma en el aeropuerto de España, donde había personas con banderas gritando "Eaea".

Sin embargo, lo más notable fue el concierto que ofreció poco después, donde el público solo grababa con el móvil y apenas bailaba o cantaba Tattoo mientras ella lo interpretaba sobre el escenario. De nuevo, un gesto muy distinto tuvieron los españoles ante la actuación de Blanca Paloma en las fiestas de San Isidro de Madrid.

También podría tener que ver la diferencia de ambas culturas, pues no es lo mismo un país latino como el nuestro a uno nórdico como Suecia. De hecho, algo similar pasó con Waterloo, canción con la que ABBA ganó Eurovisión 1974 por la que los suecos no mostraron demasiado entusiasmo, pero Europa sí.