"Te presento, a las estrellas del programa". Así da paso Pablo Motos cada día en El Hormiguero a Trancas y Barrancas (y en ocasiones a Petancas, sobre todo cuando aparece Suko, el espía tecnológico).
Las hormigas son las encargadas de la sección del programa en la que ponen a prueba las capacidades del invitado o invitados contra el presentador, o entre ellos mismos.
Detrás de Trancas se encuentra Juan Ibáñez, colaborador del programa desde sus inicios en Cuatro y hermano de El hombre de negro (Pablo Ibáñez).
Su compañero es Damián Mollá, y lleva junto a Ibáñez desde la universidad y con Motos desde los tiempos de la radio en No somos nadie de M80.
Mollá e Ibáñez se meten todos los días debajo de la mesa del espacio de Antena 3 para dar vida a las famosas hormigas del programa, que pudieron ser muy diferentes.
¿Cómo nacieron Trancas y Barrancas?
Hace casi dos décadas, Motos le propuso a Jorge Salvador, su socio en la productora 7yacción, que en El Hormiguero tenían que aparecer unos muñecos de trapo, algo que a Salvador le pareció una locura.
Entonces, un día, el valenciano apareció en las oficinas del programa con dos calcetines de trapo, proponiendo que fueran los que salieran de debajo de la mesa para entrevistar a los invitados.
Esa idea le pareció al socio de Motos la locura definitiva, pero, en el fondo, le gustaba a idea de los muñecos, y le propuso al presentador que fueran hormigas, dado el nombre del programa.
Le encargaron al diseñador Óscar Julve los diseños, bocetos que enseñó en una ocasión Salvador en el programa. Tras elegir la forma, quedaba el nombre.
Se barajaron multitud de opciones como Troche y Moche o Pipa y Popa, pero fue un colaborador de El Hormiguero, Marron, el que acabó bautizando a las hormigas.
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