Este jueves 12 de agosto, Telecinco emitió una nueva entrega de La última cena. Fueron Lucía Dominguín y Cristina Cifuentes las encargadas de cocinar para unos exigentes comensales entre los que estuvo el chef Miguel Cobo, una de las novedades de esta segunda edición.

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Cifuentes estaba harta de las constantes correcciones y críticas del cocinero cuando le dijo: “Eres como la gata Flora, que le pasa una cosa... si se la meten, grita; y si se la sacan, llora. Todo el parece mal, algo se hará bien en la vida, nos ha dado mucha leña al mono”, declaró ante un Cobo que no supo cómo reaccionar. 

La política demostró así su hartazgo ante el chef, que no paraba de decirles a las cocineras que se apresuraran. Tampoco estuvo muy contenta Dominguín, que se llegó a plantear haber sido objeto de boicot al no ser capaz de preparar pasta fresca.

Al comentar la llamativa frase de Cifuentes más adelante, esta se defendió asegurando que lo había dicho por el cansancio de que cada cosa que hacía le pareciese mal al chef. "Es que nos ha metido mucha caña, todo le parecía mal y ha sacado muchas pegas. Algo se hará bien en la vida", reiteró.

Eso sí, la concursante no se quedó ahí y mostró una faceta de su personalidad muy distinta cuando pudo hablar con su marido, su hija y su hijo en directo. Con lágrimas en los ojos, Cifuentes presumió de que su familia la apoyaba pese a todo y a todos, algo que consideraba una suerte.