La tele siempre abre los ojos a La Nit de la Cremá, un espectáculo de purificación en donde el arte se transforma en un fuego que nos invita a empezar de cero. La televisión autonómica valenciana, À Punt, dispara sus audiencias retransmitiendo esta celebración que es más que una fiesta: es la experiencia del calor, la pólvora y la primavera.
También TVE que, como es tradición, muestra la apoteosis de la falla municipal. En este 2024, dos palomas volando contra el fuego en un año que se cumplen tres décadas desde que Televisión Española decidió innovar e ir más allá de un estático balcón en la retransmisión de Las Fallas.
El inolvidable showman Joaquín Prat (el padre de Joaquín Prat que presenta en Telecinco) fue el encargado de conducir el que sería el programa especial fallero más fastuoso de la historia. A su lado, Miriam Díaz Aroca, María Vidal y Francisco Valladares, que por entonces se pasaban el testigo de la presentación del espectáculo de los sábados de La 1 Noches de Gala. Miriam y Joaquín en los primeros meses, María y Francisco después.
La idea brillante de la cadena pública fue convertir Valencia en un gran plató. Y un helicóptero iba sobrevolando la ciudad. "Parece una película de Buñuel", repetía Prat al descubrir la singular imagen aérea de los fuegos artificiales vistos del revés desde el cielo.
El helicóptero quizá estaba insinuándonos que todo es cuestión de perspectiva. Enseñando a través de la tele la pequeñez que representamos desde tales alturas. La oscuridad era rota por las llamas iluminando los cruces de caminos en donde se sitúan las fallas.
Para dar más ritmo al programa a la cremá, TVE supo conjugar la tradicional emisión del fuego fallero en directo con actuaciones musicales pregrabadas de artistas del momento, que estaban situados en diferentes puntos turísticos de la ciudad. Plazas, fuentes, el río sin río del cauce del viejo Turia y diversos monumentos valencianos sirvieron de decorado de ‘rigurosos playbacks’ que eran coreografiados a través de una cuidadosa realización. Incluso participó Rocío Jurado. Una postal televisiva de las fallas que no se ha vuelto a repetir y que surgió de una Televisión Española con presupuesto y, a la vez, un pelín del atrevimiento de la imaginación. Lo que recuerda que en televisión tal vez todo esté hecho, pero la creatividad siempre está por hacer.
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