"Estos atentados, además, marcaron el inicio de una polarización política sin precedentes".  Marta Carazo recalca en el Telediario 2 del 11 de marzo de 2024 una reflexión que ha encontrado cierto consenso en los análisis sobre el veinte aniversario de las cruentas bombas a aquellos ciudadanos que iban a trabajar un día más, de los barrios humildes de Madrid al corazón de la capital.

Entonces, el dolor nos unió. Qué dolor. Insuperable dolor. Pero, a la vez, se inició un ruido que empezó a alimentar un choque social, en donde parece que importan más las creencias atrincheradas que los datos contrastados, donde incluso parece que importa más sacar rédito al odio que las víctimas. 

Aunque al encender los informativos especiales de las principales televisiones en este 11 de septiembre es fácil reconciliarse con el periodismo real, el periodismo que pone el foco en las historias importantes. Por momentos, era imposible contener las lágrimas revisitando las imágenes de aquella mañana que nos enmudeció en un completo silencio. Ante tales recuerdos, lo fácil quizá sea caer en el sensacionalismo de la televisión más temperamental. Pero no, los espacios de noticias de las grandes cadenas han logrado el punto de equilibrio entre sensibilidad y rigor, que no confunde información con impacto.

Mención especial para Telecinco y TVE. Esta última, ha demostrado su gran calidad profesional con los Telediarios desde la estación de  Cercanías de Atocha, que definen lo bien que ha evolucionado la televisión pública. Lejos quedan aquellos espacios especiales que salían a la calle, sí, pero que sólo reproducían un plató interior encima de un andamio. El acierto de Televisión Española es convertir toda la estación en un plató vivo, que se puede caminar con el espectador. 

Así Alejandra Arranz, a las tres de la tarde, ha ido conduciendo las informaciones y conectando con los cuatro lugares en los que explotaron las bombas, a la vez que pateaba diferentes lugares que cruzan a diario miles de ciudadanos. También a las nueve de la noche Marta Carazo ha realizado la crónica del aniversario con un inicio del Telediario entrando en directo a la cúpula de Moneo de la estación como una viajera más. TVE no olvida que el relato no sólo son palabras, la televisión es filmar bien la imagen. Y, en este 11 de marzo, Carazo ha ido con la audiencia a recorrer las zonas cero de la tragedia. Intentando encontrar respuestas y, al mismo tiempo, poniendo en el centro a las víctimas. Aunque sea difícil en épocas de división política hasta en las manifestaciones contra el terrorismo.

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No obstante, estos Telediarios especiales han conseguido reunir a una representatividad bien amplia de la sociedad que quebrantó aquel 11M. También implicando a otros compañeros de la televisión en el oficio de la cultura, con un final dirigido por Fernando León de Aranoa que ha filmado un cierre musical al Telediario con Leiva y Travis Birds versionando el Yo me bajo en Atocha. La actuación musical también es posible en el Telediario de hoy. El estrés de los andenes se quedaron solos con la canción de Joaquín Sabina.

Cómo han cambiado los informativos. Los formatos televisivos son más permeables que antes. Los Telediarios ya hace años que no están rígidos detrás de una mesa. De hecho, es un paso adelante que los presentadores no sólo se muevan por moverse y sean más reporteros. Porque el reportaje es el género más completo del periodismo. Es el arco narrativo pleno, que incluye documentación, investigación, entrevistas, retrato de los lugares protagonistas, reflexión y autoría. Viendo estos informativos tan a pie de calle aunque, por supuesto, también conecten de vez en cuando con los argumentarios políticos -que, a ratos, quizá dan síntomas de despegarse de los sentimientos sociales-, uno se percata que quizá la polarización de la política de la que tanto se habla todavía no ha podido con todo ni con todos. Los informativos del 11M, de nuevo, centraron la prioridad en las víctimas, en los sanitarios, en las fuerzas de seguridad, en la convivencia, en las personas, en la colectividad unida entendiendo qué es relevante y qué no es.