4 días de trabajo, 3 de descanso: por qué la semana laboral 'corta' encuentra más hueco entre las empresas tecnológicas

El empleo tecnológico, por sus condiciones y características, suele facilitar la implantación de la semana laboral de cuatro días.
El empleo tecnológico, por sus condiciones y características, suele facilitar la implantación de la semana laboral de cuatro días.
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El empleo tecnológico, por sus condiciones y características, suele facilitar la implantación de la semana laboral de cuatro días.

Con el anuncio, este martes, del acuerdo para la reforma del mercado laboral en Bélgica que incluye la posibilidad de concentrar el trabajo en cuatro días o flexibilizar los horarios para “dar más libertad a los trabajadores” se ha abierto de nuevo un debate muy presente durante todo 2021: ¿es factible implantar una ‘semana laboral corta’ sin perder salario?

Nuestros vecinos belgas opinan que sí, y no solo eso: su primer ministro, Alexander De Croo, cree que implantando esta flexibilización Bélgica llegará a una tasa de empleo del 80% de aquí a 2030 -actualmente están en un 71%-. El modelo que plantea este país europeo contempla que los trabajadores puedan elegir la posibilidad de concentrar sus 40 horas laborales en cuatro días a la semana, de manera que podrían disfrutar al quinto de una jornada libre, o bien optar por un régimen semanal variable, trabajando más horas una semana y teniendo más tiempo libre a la siguiente.

Parte de ‘la culpa’ de que este modelo laboral se vaya implantando tímidamente alrededor del mundo la tiene la crisis sanitaria. Desde que estalló, el teletrabajo ha sido obligatorio o ha estado fuertemente recomendado y ha llevado a los empleados a nuevas situaciones de conciliación, demostrando que otra forma de trabajo es posible.

De hecho, en países como Nueva Zelanda existe ya un fuerte apoyo a este formato de trabajo. ¿Su ejemplo? Perpetual Guardian, una de las pioneras en este modelo, que probó la semana laboral de lunes a jueves y que, desde 2018 y tras su éxito, la aplica para siempre. La primera ministra, Jacinda Ardern, dijo a mediados del año pasado que lo pretende extender para estimular el turismo doméstico y la economía.

También Microsoft ha realizado pruebas exitosas en Japón, siendo la primera multinacional en aplicar la jornada laboral de cuatro días. Como sucedió con la empresa neozelandesa, los trabajadores mejoraron la productividad -aseguran que hasta un 40%- y a la vez tuvieron más tiempo para conciliar. Asimismo, las ventas conseguidas aumentaron un 39% en comparación con el mes anterior y la empresa redujo gastos cayendo la factura en electricidad un 23.1% y un 58,7% de páginas impresas menos.

En Estados Unidos hay varias compañías que han adoptado la semana laboral de cuatro días de diferentes maneras. Por ejemplo Basecamp, una empresa de software de gestión de proyectos, la aplica durante los meses de verano.

Y en Reino Unido está en marcha la iniciativa de 4 Day Week Global Foundation: este verano 30 empresas pondrán a prueba una semana laboral de cuatro días para mostrar el potencial de éxito que, si funciona, podría ayudar a que el Parlamento adopte por ley una semana laboral de 32 horas a nivel nacional.

¿Qué pasa en España?

Ya desde finales de 2020 resonaba en nuestro país la posibilidad de que el Gobierno estuviera estudiando implantar la jornada laboral de cuatro días y reducir las horas a 32 semanales.

Poco después se informó de que Más País-Equo, la coalición que lidera Íñigo Errejón, había llegado a un acuerdo con el Ejecutivo español para poner en marcha un fondo de 50 millones de euros para que aquellas compañías que se ofrezcan voluntarias reciban ayudas del Estado para implantar esa jornada laboral de 32 horas o cuatro días semanales. Finalmente, en octubre de 2021, se confirmó que el plan piloto para la semana laboral de cuatro días sin recorte salarial en España recibirá 10 millones este mismo año, después de que la Comunidad Valenciana haya sido pionera en este asunto y algunas empresas ya la apliquen total o parcialmente.

Según el informe a nivel mundial ‘Resetting Normal: redefiniendo la nueva era del trabajo’ del Grupo Adecco, que muestra cómo empresas y trabajadores han modificado sus actitudes y expectativas para adaptarse a los cambios en la manera de trabajar provocados por el impacto de la pandemia, el 76% de los españoles -y el 72% de los encuestados a nivel mundial- quiere que las empresas reduzcan la duración de la semana laboral. Sus defensores alegan que mejoraría la productividad, facilitaría la conciliación y eso ayudaría a retener el talento e incluso podría ayudar a reducir el paro.

En concreto, el 74% de los trabajadores españoles y el 63% a nivel mundial trabaja más de 40 horas a la semana, y más de la mitad de ellos (58% en España) sostiene que podría hacer el mismo trabajo en menos de esas 40 horas.

Sin embargo, la patronal española rechaza por completo este modelo de trabajo, que ven “inviable” hoy en día, más aún con la situación de crisis económica derivada de la emergencia sanitaria mundial. El 74% de las empresas secunda la opinión, pues cree que podría afectar a la productividad y al margen de beneficios.

Por su parte, los principales sindicatos consideran que esta es una aspiración irrenunciable y CCOO ya mostró su apoyo a la medida del partido de Errejón. “Es una reivindicación histórica del movimiento sindical”, indicó Unai Sordo, secretario general del sindicato.

El caso real de Delsol, la jienense a la que todos miran

Además de los casos ya mencionados en otros países, en España la empresa en la que todos se fijan es Delsol Software, que lleva apostando por esta experiencia laboral un par de años.

La compañía, ubicada en Jaén, tiene cerca de 200 empleados y se dedica a la fabricación de software de gestión orientada a pymes, lo que significa que sus trabajadores pueden realizar la mayor parte de las tareas con un ordenador y conexión a Internet.

Hace menos de un año desde 20minutos entrevistamos a Ana Arroyo, responsable del Departamento de Recursos Humanos de Delsol. Ante la pregunta de por qué decidieron ser la primera empresa de España en implantar la jornada laboral de 4 días, respondía que para esta compañía “el equipo siempre ha sido y es lo primero”, el centro de toda su actividad. “Estamos convencidos de que cuidando a nuestra plantilla, conseguimos que sean más productivos y, en última instancia, estaremos cumpliendo con nuestro principal objetivo que es dar calidad en el servicio a nuestros clientes”, añadía.

Y en cuanto al balance de la experiencia, la medida fue implantada en enero de 2020 y, después de un año, aseguraba que el resultado era “muy positivo”. “Ha sido todo un éxito y así lo avalan los datos. Por ejemplo, hay una reducción del absentismo. Del 4,62 hemos bajado a 3,35 a cierre de 2020. Hemos crecido 5 puntos por encima de la facturación prevista. En una encuesta el clima laboral es de un 8,9”, comentaba Arroyo.

El modelo que adoptó Delsol Software se divide en dos vertientes: grupos que descansan siempre los viernes -los departamentos que no tienen contacto directo con clientes- y grupos que van rotando en su día de descanso semanal -los departamentos que tienen contacto directo con clientes-. Todos los trabajadores estuvieron de acuerdo desde el primer momento en aplicar esta medida, afirma Arroyo, eso sí, siempre que no hubiera una reducción de salario, solo reducción de horas semanales. Así, en la compañía se trabajan 36 horas semanales en invierno y 28 horas semanales en verano.

Como ventajas hemos visto no solo retención de talento sino un aumento en la captación de talento. Para nosotros, es complicado encontrar perfiles TIC y son muchas las solicitudes recibidas desde que se dio a conocer la noticia”, concluye la responsable del Departamento de Recursos Humanos de Delsol Software, que también reconoce que las reuniones son más productivas, ha mejorado el rendimiento y el clima laboral y ha incrementado el compromiso y descendido la rotación.

¿Por qué las tecnológicas parecen ser más proclives a este modelo?

Conforme más experiencias como esta conocemos, más se aleja de la utopía la posibilidad de implantar un modelo de empleo en el que tengamos tres jornadas de descanso. Pero lo cierto es que, por ahora, y con excepciones como por ejemplo Desigual en nuestro país, parece que la semana laboral de cuatro días solo está interesando a las empresas tecnológicas y a aquellas que tienen facilidad para combinar un formato mixto de tareas presenciales y teletrabajo.

Recientemente, un informe de las universidades valencianas analizaba los pros y contras de la jornada laboral de cuatro días y concluían que es “más viable” en unos sectores que en otros.

El estudio incide en que algunos sectores se muestran especialmente reticentes a esta medida por las características propias de su negocio. Así, por ejemplo, a las empresas relacionadas con la automoción y con los azulejos les preocupa perder competitividad en el mercado internacional, mientras que las turísticas ven difícil implantarla por la alta estacionalidad de la que adolecen.

El informe señala que las compañías tecnológicas son las más propensas a adoptar la semana laboral de cuatro días. En una empresa de software como Delsol o en una oficina, la introducción de innovaciones tecnológicas para optimizar el tiempo y producir lo mismo o más en menos horas parece un camino relativamente directo

En otros sectores, como la hostelería o el comercio, la solución no se ve tan evidente. Aunque María Alvarez, propietaria de la cadena de restaurantes La Francachela en Madrid, no está de acuerdo con esto: “Eso se piensa porque tenemos muy estigmatizada la hostelería, pero al final es la misma lógica que cualquier otra empresa. Donde hay más innovación y tecnología podemos reducir la jornada laboral siendo más productivos”.

Una de las claves para poder adoptar la jornada de cuatro días en sus restaurantes ha sido incorporar los pedidos por WhatsApp para ahorrar el servicio en mesa. “Lo que hemos hecho es meterle tecnología al negocio no para sustituir a los trabajadores, sino para mejorar las condiciones de los trabajadores y la productividad de la empresa”.

Expertos en talento y recursos humanos coinciden en que, en términos de flexibilidad, las compañías tecnológicas -debido a su sistema de medición de resultados o su capacidad para gestionar la productividad- tienen mayores facilidades que las empresas de otros sectores para aplicar modelos laborales como la semana laboral de cuatro días.

Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, apunta que estas "siempre han estado a la cabeza, y así lo vimos en el momento de la implementación forzosa del teletrabajo, el cual era ya una opción en muchas de estas organizaciones. No podemos olvidar tampoco que hablamos de un sector en el que las compañías encuentran dificultades a la hora de contratar determinados perfiles especializados, y existe cierta tensión en el mercado laboral. En este sentido, las empresas tecnológicas llevan ya años apostando de forma especial por la fidelización y captación del talento. Así, la aplicación de la semana laboral de cuatro días por parte de estas organizaciones puede ser sin duda alguna un activo importante para llamar la atención de perfiles tecnológicos".

En cualquier caso y en términos más generales, continúa diciendo, "cabe señalar que la semana laboral de cuatro días no se encuentra ahora mismo en la agenda legislativa de la gran mayoría de empresas de nuestro país, más centradas en el actual momento en superar la crisis derivada de la COVID, y desarrollar su actividad en medio de las dificultades derivadas de la crisis de componentes, el precio de la energía o los problemas logísticos a nivel mundial".

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