Son muchas las mujeres en España que hace relativamente poco tiempo han podido poner nombre a la problemática que sufren y que produce cambios bruscos en su estado físico. Pues existen pocos estudios dedicados a la investigación del origen y el tratamiento del lipedema, un trastorno corporal crónico, que afecta casi de forma exclusiva a mujeres. De hecho, solo se han diagnosticados dos casos en hombres, asociados al hipogonadismo y la cirrosis hepática.
¿Qué es el lipedema?
El lipedema es un trastorno crónico y progresivo que afecta al tejido graso, provoca un depósito anómalo subcutáneo de tejido adiposo en las extremidades, principalmente las inferiores. El lipedema no ha sido considerada enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta mayo de 2018, momento en el que se incluyó en Clasificación Internacional de Enfermedades. Aún así, actualmente sigue infradiagnosticada, ya que en muchos casos se considera inicialmente que su origen es constitucional, herencia genética o simplemente, obesidad.
El lipedema produce una clara separación entre el tejido dañado y el sano. En la zona dañada se acumulan las células creando una desproporción corporal evidente que puede llegar a ser realmente doloroso. Por norma general, empieza en las caderas y desciende hasta las piernas. Sin embargo, hay casos que afecta principalmente en los brazos, las manos, el tronco y los pies. Una de las consecuencias más frecuentes en las que desemboca esta enfermedad es la depresión. Ya que las mujeres con lipedema sin diagnosticar sufren una constante desesperación al ver que son incapaces de eliminar el exceso de grasa de forma normal.
Origen y diagnóstico
En la mayoría de los casos el lipedema surge cuando se producen cambios hormonales significativos en los que se tiene cierta dependencia estrogénica; como puede ser el embarazo, la menopausia o el paso a la pubertad. Se estima que en el 50% de los casos de lipedema existe un componente genético. Debido a que no existe un diagnóstico preciso, o directamente no existe ningún tipo de evaluación, existe un problema evidente en cuanto al diagnóstico y el abordaje de la enfermedad para su posterior tratamiento. Esto significa que la prevalencia real de este trastorno es desconocida.
Dieta para combatir el lipedema
Hay que tener en cuenta que el volumen de grasa acumulada por el lipedema no se puede eliminar con un tipo específico de la alimentación. Sin embargo, se pueden llevar a cabo diferentes estrategias nutricionales que logran reducir los síntomas y el dolor derivados del lipedema, mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes. Una correcta alimentación también puede mejorar la estructura corporal y eliminar grasa acumulada que no está vinculada a esta enfermedad.
Los alimentos antiinflamatorios están especialmente indicados para las personas afectadas por lipedema, puesto que esta patología produce una inflamación subclínica crónica. Entre estos alimentos destacan, el aceite de oliva virgen extra, el azafrán, pescados ricos en omega-3, los frutos rojos, el aguacate o el tomate, entre otros. Por otro lado, para suavizar los síntomas del lipedema, es necesario excluir alimentos de la dieta que pueden empeorar notablemente la calidad de vida de los enfermos.
Los ultra procesados estimulan la aceleración del lipedema
Los ultraprocesados son alimentos que las personas con lipedema deben evitar por completo. Bien es cierto que, cada paciente presenta unas necesidades individuales, pero existen ciertos alimentos, como los ultraprocesados, que no son recomendables en ninguno de los casos.
Una alimentación poco saludable, donde predominen los alimentos ultraprocesados y/o con niveles altos de azúcares, puede suponer una aceleración de la enfermedad, y un cambio de estadio acelerado de la misma. Todo lo contrario que provoca la alimentación saludable.
Alimentos altos en grasas saturadas
Incluir este tipo de alimentos en la dieta si se sufre lipedemia incrementa la sintomatología y empeora la calidad de vida de los pacientes. Además, este tipo de alimentos incrementan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, diabetes, colesterol malo y obesidad. Las grasas saturadas se encuentran con mayor frecuencia en productos de origen animal como la carnes rojas, de cerdo y pollo.
En el caso de las grasas trans pueden ser creadas por procesos industriales, y pueden encontrarse en galletas, pasteles, margarinas, pizzas congeladas, y conservas. También, las grasas trans, surgen de forma natural en los intestinos de algunos animales y, por lo tanto, también están presentes en alimentos como la carne de res, el queso y la leche entera. Suframos o no lipedema, es recomendable consultar de información nutricional de cada producto para conocer sus componentes.
Referencias
Asociación Española de Linfedema https://aelinfedema.org/lipedema/
Organización Mundial de la Salud https://www.who.int/es
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