Adolescentes contestones, que se aíslan, malos estudiantes, con ansiedad... Cómo debes tratarlos según esta pedagoga

La pedagoga Lola Álvarez explica que la adolescencia es una etapa crucial en la vida de toda persona. Con el apoyo adecuado, un hijo puede navegar por este período con éxito. Pero si se encuentra desorientado y se siente aislado, podría sufrir problemas de conducta, ansiedad, depresión o hasta cuadros graves de autolesiones.
Adolescente triste
Adolescente triste
Getty Images/iStockphoto
Adolescente triste

La adolescencia es una montaña rusa de emociones y cambios, que preocupa a decenas de miles de familias en España. El cerebro de los jóvenes está en plena ebullición, mientras navegan por las turbulentas aguas de la identidad, la independencia y las relaciones sociales. En este viaje tan intenso, es vital saber diferenciar entre los altibajos normales de la edad y los problemas que requieren atención profesional.

Lola Álvarez, pedagoga y psicoterapeuta con más de 30 años de experiencia, habla en una entrevista para 20minutos sobre su libro ¿Qué me he perdido? (Editorial Planeta), una valiosa guía para comprender y acompañar a un hijo adolescente en este viaje tan desafiante. Su conocimiento y experiencia pueden brindar  las herramientas que se necesitan para que los adolescentes ganen confianza y seguridad.

La autora identifica las señales que pueden indicar que tu hijo adolescente está atravesando una situación difícil. Por ejemplo, desde cambios de humor y aislamiento hasta bajadas en el rendimiento escolar. Situaciones adversas como enfermedades, duelos o divorcios, así como cambios sociales y tecnológicos, pueden generar una gran sacudida emocional en los adolescentes. Es importante estar atentos a cómo estas experiencias impactan en su bienestar.

Lola Alvarez, pedagoga y autora del libro ¿Qué me he perdido?
Lola Alvarez, pedagoga y autora del libro ¿Qué me he perdido?
Lola Alvarez, pedagoga y autora del libro ¿Qué me he perdido?

¿Cuáles considera que son las señales más importantes que los padres deben tener en cuenta para detectar problemas de salud mental en sus hijos adolescentes?

Las señales de alerta o “banderas rojas” son, en general, cualquier cambio de conducta que dure un periodo de tiempo sustancial, es decir, que no sea una reacción a un evento puntual. Tener un disgusto por haber suspendido un examen o haber roto con el novio puede causar tristeza y desánimo pero, en su mayoría, serán estados transitorios. Estos estados de ánimo causados por los vaivenes de la vida no indican un trastorno y no deben tratarse como tales, hay que normalizar estos acontecimientos y ayudarles a desarrollar recursos para superarlos. Los trastornos de salud mental se manifiestan de un modo más constante y no siempre responden a un estímulo visible. 

Por ejemplo, si un joven sufre de ansiedad, es muy probable que muestre síntomas físicos como sudores, palpitaciones, dolor de cabeza o trastornos intestinales. El primer paso es averiguar si se debe a una causa física pero, una vez descartada esa posibilidad, es probable que se trate de un trastorno de ansiedad, lo cual, en mi experiencia a día de hoy, es un cuadro muy frecuente entre los adolescentes.

La adolescencia suele conllevar un cierto hermetismo y distanciamiento de los padres

La adolescencia suele conllevar un cierto hermetismo y distanciamiento de los padres, pero es importante observar el componente emocional que le acompaña y saberlo diferenciar de un trastorno. Los síntomas de un estado depresivo aparecen cuando el joven se muestra abatido y, por lo general, el cambio de conducta afecta varias áreas de su vida. Por ejemplo, deja de salir con sus amigos, baja su rendimiento escolar, se aísla de la familia, se queja de un malestar general, se muestra irritable o se enfada con frecuencia, deja de hacer cosas que antes disfrutaba, padece de insomnio o bien duerme en exceso y parece haber perdido la ilusión por las cosas. Si se perciben uno o más de estos síntomas y duran semanas o incluso meses, hay que preguntarse si está sufriendo de depresión.

Ansiedad y depresión pueden aparecer juntas y también como “telón de fondo” de otros cuadros clínicos más complejos.

En el libro, destaca la importancia de entender qué pasa por la cabeza de los hijos para poder ayudarlos. ¿Cómo pueden los padres mejorar su comprensión de la mentalidad adolescente?

La adolescencia es una etapa en la que están construyendo su identidad y para eso necesitan tomar una cierta distancia del entorno familiar y explorar su entorno. Es muy importante que los progenitores mantengan una comunicación fluida y abierta con sus hijos desde la infancia, para así poderles apoyar mientras crecen e, inevitablemente, se enfrentan a nuevos desafíos. Es mucho más difícil saber qué les ocurre si no ha habido una buena comunicación desde un principio. Es natural que los adolescentes no compartan todo con sus padres pero es muy conveniente saber cuáles son sus intereses, en qué mundos virtuales se mueven y cómo piensan, tanto en su vida social como con relación a sus actividades en el universo digital y su uso de redes sociales. En resumen, cuanto más sepas lo que pasa por la cabeza de tu hijo, menos sustos tendrás en el futuro.

Es natural que los adolescentes no compartan todo con sus padres pero es muy conveniente saber cuáles son sus intereses

Sabemos que las redes sociales juegan un papel importante en el mundo del adolescente porque han hecho que aumente considerablemente el número de estímulos que reciben y que no siempre tienen la madurez para procesar. Algunos de esos inputs pueden aumentar sus inseguridades y, en consecuencia, causarles ansiedad.

Lola Alvarez, psicoterapeuta.
Lola Alvarez, psicoterapeuta.
Cedida

Menciona que hay factores externos como enfermedades, muertes o divorcios que pueden afectar a los adolescentes. ¿Cómo deben los padres abordar estos eventos para minimizar su impacto en la salud mental de sus hijos? 

En la vida cotidiana de cualquier familia puede haber habido tropiezos, o incluso traumas durante el crecimiento y eso puede desencadenar un trastorno en la adolescencia. Hay que señalar que no siempre hay que buscar la causa en un hecho concreto, a veces un trastorno puede ser el resultado de una concatenación de adversidades. Un divorcio o separación de los padres, por amigable que sea, siempre comporta un cambio de vida importante para los hijos que les crea incertidumbre y estrés hasta que se acostumbran a la nueva situación.

Hay otros acontecimientos que ocurren en la vida familiar en un corto espacio de tiempo y que no son culpa de nadie, por ejemplo, imaginemos que un progenitor pierde el trabajo y eso causa un traslado inesperado de casa, lo cual implica que el adolescente ha de cambiar de centro educativo y de círculo social. Si eso coincide con la enfermedad o tal vez la pérdida de un abuelo, esa concatenación de eventos puede hacer que los padres estén preocupados, estresados y que, por lo tanto, no tengan espacio mental para observar o notar cambios en su hijo y tal vez tampoco sepan ver cómo estas experiencias puede estar afectando a su hijo. Hay circunstancias que sobrepasan a los padres y, en ocasiones, son ellos los que necesitan apoyo para afrontar esas circunstancias.

La familia funciona como un organismo y cualquier acontecimiento que impacte a uno de sus miembros afectará a los hijos de forma directa o indirecta.

La familia funciona como un organismo y cualquier acontecimiento que impacte a uno de sus miembros afectará a los hijos de forma directa o indirecta. Los hijos perciben los estados mentales de los padres aunque no se les haya dado una explicación. En estos casos, es importante comunicarles lo que está ocurriendo de la manera más clara posible, de acuerdo con su edad y con su grado de madurez. Esto, en un principio, puede resultar difícil pero, a la larga, su reacción será más acorde con la realidad y con la de los otros miembros de la familia. No hay que olvidar que las adversidades también enseñan.

Considera que los padres deben establecer límites desde la infancia. ¿Cuáles son esos límites?

Los limites son necesarios para que los niños aprendan a vivir en sociedad, y para ello han de interiorizar la noción de respetar y ser respetados. Cuanto antes se pongan los límites en la vida de un niño, menos se tendrá que luchas más adelante para implementarlos en la adolescencia. En esa etapa de su desarrollo siempre los querrán poner a prueba porque será una manera de querer consolidar su identidad pero, aun así, deben tener clara cuál es la línea que no se debe sobrepasar. Haber interiorizado los límites básicos de convivencia les equipará mejor para afrontar la vida en todos los ámbitos, tanto en el escolar, en sus actividades de ocio o en su vida social.

Para algunos padres, implementar limites no es fácil, tal vez sientan que están siendo crueles o fríos cuando intentan reconducir la conducta del niño o del adolescente y, para ello, tengan que aguantar las protestas o las rabietas de sus hijos . Sencillamente, hay que aceptar que padres e hijos no van a estar siempre de acuerdo y que los padres han de mantener la autoridad.

¿Cuáles son las estrategias más efectivas que los padres pueden utilizar para ayudar a sus hijos a lidiar con la ansiedad?

La ansiedad es un miedo desproporcionado frente a una situación, por lo cual es fundamental que los padres mantengan la serenidad frente a la ansiedad de los hijos, de lo contrario, estarán corroborando que hay algo que temer. Hay que hablarles con calma y, cuando haya pasado el momento ansioso, ayudarles a desarrollar técnicas o actividades que les sirvan de distracción durante esos momentos. También es útil identificar con ellos cual es el “lugar seguro” en su mente, una imagen o recuerdo reconfortante que pueden invocar en un momento de necesidad.

Hay que normalizar los miedos, no exagerarlos ni estigmatizarlos, simplemente hay que afrontarlo con calma y transmitir el convencimiento de que poco a poco, conseguirá vencer ese miedo.

Es un proceso que puede llevar tiempo pero los padres pueden ayudar al hijo identificando cuáles son las situaciones que le generan ansiedad y ayudándoles a crear estrategias para combatirla. Los miedos pueden evolucionar e ir cambiando pero el autoconocimiento será su mejor aliado para enfrentarse a cualquier situación que le produzca ansiedad en el futuro.

Si la ansiedad es paralizante y todos los intentos previos no han conseguido mantener la ansiedad bajo control, se recomienda una terapia y, en ocasiones, medicación.

Un 15% de los adolescentes españoles presentan síntomas de depresión.
Un 15% de los adolescentes españoles presentan síntomas de depresión.
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¿Qué consejos prácticos daría a los padres si descubren que su hijo se está autolesionando?  

Sé que es difícil hacerlo pero, una vez más, es importante mantener la serenidad. Hay que intentar iniciar una conversación sobre cuanto tiempo lleva haciéndolo y qué implementos cortantes utiliza. En la mayoría de los casos, es un mecanismo que utilizan para expresar y acallar un malestar emocional, y aunque parezca doloroso, les suele servir para regular sus emociones momentáneamente. Para cambiar esa conducta, se tiene que crear un proceso de colaboración con un objetivo común: que deje de hacerlo y que encuentre otras estrategias para sustituirlo.

Es posible que el adolescente no sepa explicar porqué lo hace y solo sepa que la ayuda a sentirse mejor. Hay que plantearle que es conveniente buscar alternativas para expresar sus conflictos internos e intentar llegar a un acuerdo sobre como lo va a conseguir. En mi experiencia, la terapia suele ser muy efectiva ya que les ofrece un vocabulario emocional más amplio y un una manera más segura de identificar y de expresar sus emociones.

¿Cuáles son las circunstancias más comunes asociadas al intento de suicidio en adolescentes? 

El factor más frecuente es la desesperanza y la convicción de que el estado en el que se encuentran no va a mejorar. Es una huida del dolor y del conflicto interno con el que viven, que en ocasiones puede haber sido causado por una depresión, pero también por un sentimiento de vergüenza o humillación. Un gran número de suicidios en la etapa adolescente pueden estar vinculados con haber sufrido acoso escolar (bullying) y este es un tema que hay que abordar inmediatamente y de forma efectiva en el centro educativo y desde la familia, y dar al adolescente el apoyo necesario. En algunos casos, la impulsividad también puede contribuir si, por ejemplo, el adolescente tiene acceso a armas de fuego o a otros métodos letales. El tener que planear un suicidio es trabajoso y durante ese proceso es posible que reciba ayuda y cambie de opinión.

¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID-19 a la salud mental de los adolescentes ?

La pandemia del covid afectó a toda la sociedad, no sólo a los adolescentes. Se vivió una situación de encierro domiciliario, miedo al contagio y medios de comunicación en los que se normalizó dar las cifras diarias del número de muertes, por lo cual es natural que se viviera una situación de paranoia y de estrés en todos los ámbitos. Los adolescentes, además, perdieron el contacto con el centro escolar y con su círculo social, los dos puntales de su rutina diaria. En este caso, las redes sociales se convirtieron en una herramienta muy útil que les sirvió para abandonar (al menos parcialmente) ese aislamiento.

Los adolescentes vivían en hogares de padres y madres angustiados por el virus, por tener que cambiar su modo de trabajar y, en medio de todo ello, por tener que escolarizar a sus propios hijos. Y todo ello sin la ayuda de los abuelos. Jamás habían visto a sus padres en una situación tan vulnerable ¿Cómo no iba a crear angustia y depresión una situación así?

Archivo - Adolescente en confinamiento ppor el COVID-19 (archivo)
Adolescente en confinamiento por el COVID-19 (archivo)
EUROPA PRESS - Archivo

¿Cuál es la mejor manera de apoyar a un adolescente que ha experimentado abuso sexual en su camino hacia la recuperación? 

Una vez se conozcan los hechos, la buena gestión del trauma será determinante de cara a su recuperación. De entrada, lo más importante es escuchar a la víctima y validar su experiencia como algo muy difícil de procesar. Tras la conversación inicial, es importante acudir a las autoridades pertinentes con experiencia en este tipo de procesos, porque obtener información sobre lo ocurrido suele ser muy traumático también para los familiares (quienes, con frecuencia también suelen necesitar apoyo psicológico) y eso suele crear culpabilidad en la víctima.

Es muy importante que la víctima tenga acceso a terapia para procesar lo ocurrido y poco a poco, aclarar la confusión que se ha creado en su mente. Es una trauma complejo que debe abordarse con rigor y con seriedad.

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