El efecto de la cerveza en tu hígado y las enfermedades que puede provocar

¿Cuántas veces hemos oído hablar de que la cerveza apenas es dañina porque se elimina a través de la orina? Hoy vamos a profundizar en esta idea popular y en la capacidad del hígado para metabolizar el alcohol.

Las marcas de cerveza favoritas de los españoles
Las marcas de cerveza favoritas de los españoles
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Las marcas de cerveza favoritas de los españoles
Varias personas chocan sus vasos de cervezaa
Wochit

Entre el 1 y el 2 por ciento de la población en España recibe el diagnóstico de cirrosis, la fase más avanzada de la enfermedad hepática. En nuestro país es a día de hoy una de las principales causas de las enfermedades del hígado, lo cual está relacionadas con el consumo excesivo de alcohol, y con el hígado graso, y con problemas asociados a trastornos metabólicos como el sobrepeso, la obesidad o la diabetes.

Desde la Sociedad Española de Medicina Interna, que acaba de celebrar su Congreso Nacional, se alerta de que incluso el consumo de pequeñas cantidades de alcohol, puede provocar la degeneración grasa del hígado. Como consecuencia, los médicos insisten en la disminución al máximo posible del consumo de alcohol.

Cirrosis: la expresión más grave del consumo de alcohol

El doctor Daniel Fuster, médico internista adjunto del hospital Germans Trías de Badalona, y responsable de la unidad de adicciones, explica que "la cirrosis es la fase más avanzada de la enfermedad hepática, una patología infradiagnosticada".

Pero el problema no queda ahí, puesto que según el experto, la prevalencia está aumentando hasta el punto de que la cirrosis provocó el año pasado más de 3.000 muertes en hombres, y más de 1.000 en mujeres en nuestro país. 

Médico. Consulta. Prescripción.
La cirrosis está infradiagnosticada porque el paciente suele acudir al médico a los 10-15 años de haberse iniciado el proceso.

"Las personas afectadas por la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol suelen consultar al médico entre 10 y 15 años después de su inicio, cuando tienen algún tipo de descompensación y una vez está muy avanzada (en fase cirrótica)", comenta el doctor Fuster.

La importancia de disminuir el consumo de alcohol 

Fuster añade que “la hepatitis alcohólica aguda es una complicación grave de la enfermedad hepática asociada al consumo de alcohol, que supone un riesgo en sí misma de infecciones, y que tiene una tasa de mortalidad importante”. Concienciar a la población sobre la importancia de disminuir el consumo de alcohol es crucial. 

Según datos de la Encuesta sobre el consumo de alcohol y drogas (EDADES) que publica anualmente el Plan Nacional sobre Drogas, actualmente en España solo hay un 15 por ciento de abstemios: la mayor parte de la población ha consumido alcohol en el último año, y el 9 por ciento lo consume a diario.

La cerveza sin filtrar tiene un aspecto turbio característico
En España casi el 80 por ciento de la población ha bebido alcohol alguna vez
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"Hasta ahora se había dicho que, hasta los 65 años, el hombre podía consumir dos unidades de alcohol al día y la mujer una, pero estas cifras están en revisión. En personas con obesidad, el consumo ligero de alcohol puede ser también perjudicial y conducir al desarrollo de hígado graso y eventualmente de cirrosis".

En el caso de las mujeres, el doctor alerta de que "las mujeres deben saber que el consumo de cerveza, y de cualquier tipo de alcohol, es carcinógeno, pudiendo conducir al desarrollo de un cáncer de mama".

El alcohol: un grave problema de salud pública

El doctor Guillermo Burillo, de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, muestra su preocupación por el estado de las cosas en nuestro país: "El consumo de alcohol está omnipresente, normalizado en la sociedad. En los servicios de urgencias y en medicina interna se atienden numerosas complicaciones secundarias al consumo abusivo de alcohol, ya que el alcohol se encuentra detrás de más de 200 enfermedades".

Personas brindando con bebidas de alcohol
El tipo de alcohol no es tan importante como la cantidad que se ingiere.
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Como añade el doctor Fuster, uno de los grandes problemas es que, "cuando quedamos para tomar una copa de cerveza, nunca suele ser una, no hay un control de cantidad. Y a mayor cantidad, mayor riesgo, aunque los grados que tenga una cerveza, en principio, sean pocos".

Se da la circunstancia, además, de que "el alcohol tiene efectos negativos sobre el organismo, independientemente de que el sujeto sea adicto o no. Existe algo que se llama susceptibilidad genética, además de las enfermedades de base de cada uno, que pueden empeorar la situación", concluye.

¿Qué sucede en el hígado al beber cerveza?

En términos generales, el consumo de alcohol es la séptima causa de muerte en el mundo. En Europa, según los expertos, se producen más de un millón de muertes al año por culpa del alcohol.

Concretamente, lo que sucede en el hígado cuando abusamos del consumo de cerveza es lo siguiente, como nos explica el doctor Daniel Fuster. "El metabolismo produce unas sustancias derivadas del alcohol que hacen que se ponga en marcha el riesgo óxido-metabólico".

Mantener un control con analíticas periódicas evita la formación de placas y el posterior trombo
Cuando el alcohol empieza a hacer daño en el hígado, puede aumentar el ácido rico en nuestras analíticas.
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En las analíticas, puede aparecer un aumento del ácido úrico. "El alcohol hace que aumenten los depósitos de hierro en el hígado, modificando el microbioma y aumentando la permeabilidad del intestino. Si esto sucede, algunas sustancias nocivas (lipopolisacáridos, endotioxinas) del intestino podrían pasar a la circulación sanguínea y provocar inflamación".

El hígado graso afecta a una de cada cuatro personas en el mundo.
El hígado graso afecta a una de cada cuatro personas en el mundo.
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Como consecuencia del alcohol, sucede la esteatosis hepática (fase inicial del daño hepático): las células del hígado acumulan grasa y tiene lugar el denominado 'hígado brillante'

Beber alcohol podría producir la degeneración grasa del hígado. "Si esta esteatosis no va acompañada de inflamación, el proceso es reversible; cuando la hay, el hígado reacciona creando cicatriz, que es lo que se llama fibrosis, que suele desembocar en cirrosis", dice el doctor Fuster.

La capacidad del hígado de eliminar toxinas

El hígado y el riñón están muy conectados, y ambos tienen una capacidad de eliminación de toxinas limitada.

La doctora Guadalupe Blay, responsable del Grupo de Trabajo de Endocrinología y Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) lo explica de la siguiente manera: "el hígado elimina los desechos de la sangre y se encarga de descomponer medicamentos, drogas y alcohol, así como almacenar nutrientes".

¿Cuántas veces hemos oído hablar de que la cerveza apenas es dañina porque se elimina a través de la orina? Hoy vamos a profundizar en esta idea popular y en la capacidad del hígado (o no) para metabolizar el alcohol que contiene esta bebida
El efecto de la cerveza en el hígado puede ser preocupante. 

Gracias a esta función del hígado, lo que comemos y bebemos impacta directamente en nuestro bienestar. "Pero el consumo excesivo de cerveza, y de alcohol en general, se asocia con diversos padecimientos como el hígado graso, que puede degenerar si no le ponemos freno".

El progreso de menor a mayor gravedad, según explica la doctora, es: hígado graso, hepatitis alcohólica (inflamación aguda que hace que mueran las células hepáticas y generen fibrosis) y cirrosis, fase final que acontece cuando el tejido cicatrizal abunda en lugar del sano, y la sangre no fluye bien a través del hígado. Puede ser mortal.

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