Los veinte minutos que ustedes, los lectores, dedicaron a los primeros números de este diario se han convertido en millones de minutos de información, en miles de portadas en las que hemos compartido los afanes, problemas, avances y transformaciones de la sociedad en estos veinte años de vida. No hemos dejado de estar en la calle en estas dos décadas. Ni la pandemia que nos golpea con fuerza desde hace casi un año ha impedido que los repartidores del 20minutos estuvieran ahí, ofreciendo en mano nuestro diario en papel, ni que se difundiera por el universo infinito de la web el latido del periodismo de guardia. A quienes la han sufrido y siguen sufriéndola, y a quienes luchan contra ella dedicados todo nuestro afecto y reconocimiento.

20minutos nació como el periódico que no se vende. El lema no solo define su condición de diario gratuito. Es una declaración de principios: su voluntad de ser ajeno a presiones e intereses ajenos al periodismo. Este aniversario significa que el equipo -los equipos- que lo han traído hasta aquí han respondido a este lema. Quiere decir que la fórmula de información cercana, útil, comprometida y veraz, funciona.

Un periódico, dijo Mathew Arnold en la Inglaterra de Dickens, se define por contar historias con un objetivo. No solo es contar. Es hacerlo con el compromiso de reflejar la realidad para mejorarla. Creemos, y es el motor que impulsa nuestro trabajo diario, que sin el empuje de los medios causas como la de la igualdad en todos los ámbitos, la de la democracia y las libertades, la de los derechos humanos, la del medio ambiente y la de las mejoras sociales, no avanzarían al mismo ritmo. 20minutos nació con el nuevo milenio, volcado desde su inicio en la aventura digital. Veinte años después, Europa y el mundo hacen frente a tensiones disgregadoras y populistas.

"Nos sentimos unidos a nuestros lectores como montañeros en una cordada"

En este tiempo, la sociedad ha sufrido los estragos de una crisis económica que causó sufrimiento y debilitó la representatividad; el azote del terrorismo; el drama de la inmigración. A la vez, se han producido avances, en todos los ámbitos, y sin vuelta atrás. Se ha constatado también que los valores de una Europa unida no son el problema sino la solución. La ciudadanía está dando un ejemplo de civismo y de solidaridad durante la pandemia. Hay motivos para la esperanza.

En tiempos de ruido, de bulos amplificados por las redes sociales, el periodismo riguroso, plural y respaldado por los profesionales es uno de esos motivos. Agradecemos profundamente el apoyo abrumador de los lectores. La confianza de quienes eligen anunciarse en este medio. Y la cercanía y el aliento imprescindible de los editores. Quienes hacemos, con toda la entrega posible, 20minutos (redacción, producto digital, audiencias, publicidad, márquetin, impresión, distribución y reparto) nos dirigimos a cada una de las personas que nos leen. Nos ayudan y nos espolean sus comentarios, sus críticas, su confianza. Nos sentimos unidos, como montañeros en una cordada. Siempre con la valiosa compañía de los colaboradores y la comunidad bloguera, una de las señas de identidad de este diario.

Las ventanas de la portada de este especial simbolizan el lugar donde nos hemos encontrado estos meses, estos años; es un espacio de esperanza, de convivencia, de solidaridad. Y también la mirada abierta con la que queremos seguir captando la realidad y contándosela, creciendo juntos, creando más minutos compartidos.