El programa especial que RTVE ofreció al mundo estos días pasados por Televisión Española y Radio Nacional de España, sintetizó la demostración de solidaridad con los damnificados por la erupción del volcán de Montaña Vieja —en la isla de La Palma— que ya se había manifestado masivamente de manera personal durante los tres meses que se prologó la erupción. Fue un acierto de la televisión de todos que empezó por lograr que más de veinte figuras de primer nivel artístico participaran en directo en una gala realmente extraordinaria.
El eco que dejó entre los canarios, no sólo de La Palma, fue excelente. Tuve ocasión de observarlo personalmente. Algunos lo recordaban entre lágrimas de emoción. No hay pueblo más agradecido que el canario. La distancia es un factor que vuelve más apreciada cualquier atención que reciben del resto de España. Y en esta ocasión se demostró que todos estamos con los palmeros que con tanta resignación y dignidad llevaron su desgracia.
Ver en directo a Serrat, a Miguel Ríos y a tantos otros expresándoles la solidaridad en nombre de todos los españoles y demostrándoles que la lejanía geográfica no implica dificultades para el entendimiento y el afecto, ha sido una experiencia que en el Archipiélago se recordará mucho tiempo. Nadie esperaba una muestra así de solidaridad peninsular, como allí se expresa, tan afectiva y brillante.
"RTVE asumió una iniciativa técnicamente muy compleja y acertó"
RTVE asumió una iniciativa técnicamente muy compleja y acertó. Primero, logrando reunir un plantel de participantes excepcional y, luego, ofreciendo a millones de espectadores y radioyentes la imagen y el sonido de una exhibición universal de arte y de los sentimientos de identidad y cariño que compartimos.
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