Todos, todas, todes hemos sentido en alguna ocasión la necesidad de renovarnos y de empezar de cero. Momentos en los que nos encontrábamos tan quemados y destruidos que solo nos quedaba la opción de seguir adelante casi por inercia, al mismo tiempo que nos dábamos cuenta de que estábamos saliendo del agujero. Como dicen los de The Hole: "Hay que estar en el agujero para salir del agujero".

Ayer amanecí con este titular: Britney Spears borra repentinamente su Instagram tras semanas de posados desnuda y fotos sexis. 100 millones de discos vendidos, 40 millones de seguidores en Instagram y, a sus 40 años de edad y unos meses después desde su liberación tras 13 años de tutela legal, Britney solo estaba siendo noticia por posar sexi. Algunos pensarían: "¿Se puede caer más bajo? ¿Qué será lo próximo? ¿Un OnlyFans?".

"Pensando en los famosos con ‘días ardientes’, me doy cuenta de que todos los que me vienen a la cabeza son mujeres"

Britney está resurgiendo como parte del proceso del ave fénix. ¡Que le pregunten a Harry Potter por el ‘día ardiente’! Britney está en esos días: en sus días ardientes.

"No os preocupéis, amigos, solo me estoy tomando un descanso de las redes sociales. ¡Estaré de vuelta pronto!", ha escrito la cantante en Twitter. ¿Volverá con una superentrevista para Oprah? ¿Con su documental en Netflix? ¿Con el libro contando su verdad? Se viene…

Pamela Anderson (a quien ya machacaron en los 90) también ha borrado su Instagram, Malú hizo lo propio antes de su último lanzamiento, Kate Moss se coronó tras su gran bache, a Paris Hilton sus polémicas la catapultaron y a Rosalía le han dado una notoriedad brillante para promocionar Motomami, un disco que suena a épico.

Pensando en los famosos con ‘días ardientes’, me doy cuenta de que todos los que me vienen a la cabeza son mujeres. ¿Tienen un poder especial o es que el machismo las obliga injustamente a ‘autocremarse’ para impulsarse hacia arriba cuando han tocado fondo?