Son las víctimas de todos los conflictos. Pequeños a los que se les rompe el futuro por las malas decisiones de los mayores. Hoy ponemos nombre a dos de ellas: Yelyzaveta y Anhelina, obligadas a dejar Kiev y a su abuelita el 3 de marzo. "Ha sido muy difícil", confiesan. Como ellas, unos 100.000 niños ucranianos tendrán que ser escolarizados en España. Es una injusticia.
OPINIÓN17.03.2022 - 06:29h
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