Muchas veces hemos visto la imagen de la pobreza y la desigualdad representada en una pirámide. En la base amplia se ubica el grueso de la población que tiene la mayoría de sus derechos sociales y económicos restringidos. En la cima está el grupo de elegidos que apoyándose en la pobreza de la base goza de los derechos y de la riqueza.

Ahora resulta que, para añadir injuria sobre la ofensa, sabemos que el grupito de países e individuos que está en la cúspide es responsable de la mayoría de emisiones de gases de efecto invernadero que causan la Crisis Climática. Y esos gases están produciendo, entre otras muchas cosas negativas, un ascenso del nivel del mar que inunda, sobre todo, la base de la pirámide.

Cuando el agua sube, la gente tiene que marchar con lo puesto. La migración forzada es una de las consecuencias dramáticas de esta Crisis Climática. En Oxfam Intermón estimamos que, de los 20 millones de personas que se ven obligadas a salir de sus hogares cada año para sobrevivir, la mayoría de ellas lo hace como consecuencia de desastres que se ven agravados por los efectos del cambio del clima tales como sequías, huracanes, inundaciones e incendios forestales.

En Guatemala se perdió el año pasado el 70% de la cosecha de maíz y alubias como consecuencia de la sequía. Esto ha generado que 7 de cada 10 niños y niñas en las zonas rurales sufran desnutrición. Y como las perspectivas de futuro nos son mejores, las familias se ven obligas a migrar a zonas urbanas o a otros países para sobrevivir. La Crisis Climática contribuye drásticamente a perpetuar este ciclo de pobreza y desigualdad.

La Cumbre del Clima de Madrid es una oportunidad perfecta para que los países ricos firmantes del Acuerdo de París se comprometan a apoyar a quienes más sufren esta crisis con cifras claras y plazos de desembolso verificables. Hasta ahora no se han cumplido las promesas hechas en años anteriores. Tenemos que exigir una financiación adecuada para la adaptación a las consecuencias de esta Crisis e incluso para pagar por los daños y perjuicios que ya se han producido. Porque al final quién más contamina y más está contribuyendo al calentamiento global desde la parte de arriba de la pirámide está en deuda con los que más sufren la Crisis Climática.