Nacho Murgui Concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid
OPINIÓN

Almeida contra los espacios de ocio para adolescentes: inoportunos e injustos cerrojazos

Más Madrid exige reabrir los dos Enredaderos de ocio juvenil cerrados.
Más Madrid exige reabrir los dos Enredaderos de ocio juvenil cerrados.
EUROPA PRESS
Más Madrid exige reabrir los dos Enredaderos de ocio juvenil cerrados.

Parece ser que para el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, los adolescentes de los distritos de Retiro y Fuencarral-El Pardo no han sido buenos. Los Reyes Magos municipales les han traído el cierre de los espacios en los que hacían sus actividades desde hacía varios años: los Enredaderos. Ambos han anunciado su cierre desde su perfil de Instagram en la última semana.

El concejal del área competente, Pepe Aniorte, respondía públicamente a la denuncia de Más Madrid en Twitter desmintiendo el cierre. Parodiándose a sí mismo, el delegado responsable de los Enredaderos mentía acerca de un hecho fácilmente contrastable, negaba la evidencia y acusaba a quienes poníamos el grito en el cielo de querer "embarrar las cosas". Su propio equipo confirmó al día siguiente que el Enredadero de Retiro está cerrado por no contar con un espacio municipal en el que continuar. Es decir, el Ayuntamiento y más concretamente, la Junta de Distrito, no ha tenido a bien ceder un local para que este proyecto, surgido hace más de cinco años a propuesta de los propios jóvenes del distrito, siguiera vivo. El Enredadero no solo cierra, sino que lo hace por la falta de voluntad política del equipo de Gobierno.

Desde su llegada al Gobierno, no han dejado de reducirse los proyectos y los espacios para la cultura, la participación
y el deporte, mientras se abre paso el terraceo sin medida ni control

Es un hecho conocido entre el tejido asociativo del distrito que, desde hacía meses, el Enredadero de Retiro se enfrentaba al problema de la falta de espacios. Sus repetidas solicitudes a la Junta obtuvieron la callada por respuesta. Esto no le impedía al concejal de distrito, don Santiago Saura, ante la pregunta formulada al respecto por Más Madrid en el pleno de Retiro del mes de diciembre, contestar que tenía una valoración positiva del proyecto y que haría lo posible para garantizar su continuidad. Parece que "lo posible" tiene muy corto alcance para don Santiago y su equipo en un distrito en el que, desde su llegada al Gobierno, no han dejado de reducirse los proyectos y los espacios para la cultura, la participación y el deporte, mientras se abre paso el terraceo sin medida ni control.

El contraste entre el esfuerzo, la ilusión y el empeño de los y las jóvenes de El Enredadero con la desidia municipal hace más doloroso aún el final de este proyecto.

La mentira y el disimulo de quienes
han sido incapaces de gestionar la continuidad de esta realidad también están fuera de lugar

Tener que denunciar políticamente, en un momento como el que vivimos, que el Ayuntamiento de Madrid, por su incapacidad o por su sectarismo, pone fin a las alternativas de ocio saludable que los propios jóvenes fueron capaces de poner en marcha, es un espectáculo que deberíamos poder ahorrarnos. La mentira y el disimulo de quienes han sido incapaces de gestionar la continuidad de esta realidad también están fuera de lugar.

Estos cierres se producen en un contexto de crisis para la juventud (paro juvenil, falta de alternativas de ocio, agravamiento de los problemas de salud mental, etc.), a la que el Ayuntamiento da la espalda en el marco de un combate abierto contra todos los espacios comunitarios que son, precisamente, los que sirven para enfrentar, en parte, estas crisis.

Los cerrojazos no pueden ser más inoportunos. Se suman, para más inri, a la falta de determinación de las Administraciones para hacer frente a fenómenos que se aprovechan de la vulnerabilidad de los jóvenes, como las casas de apuestas (hay una casa de apuestas por cada seis bibliotecas y estas se concentran fundamentalmente en los distritos con rentas más bajas) y la falta de políticas específicas de calado dirigidas a este sector de población (vivienda, ocio, acceso a la cultura, empleo, etc.).

Fueron los y las jóvenes quienes idearon, diseñaron y propusieron los Enredaderos que el anterior equipo municipal puso en marcha. El primero de ellos, precisamente el de Retiro, en la emblemática nave de Daoíz y Velarde, cerrada desde hace más de dos años, esperando una reapertura que no hace más que retrasarse.

Los Enredaderos de Retiro y Fuencarral son una buena ocasión para rectificar y poner un nuevo rumbo a las políticas municipales

Ciudadanos, el partido al que a día de hoy pertenecen los concejales implicados llevaba en su programa la apertura de un Enredadero en cada distrito. Lejos de esto, no solo no han sumado ni uno solo a los seis que se pusieron en marcha durante el anterior mandato, sino que cierra dos de ellos. Se han convertido en el ariete de las políticas más carcas de Almeida, impulsando la clausura de los espacios de participación y de recursos para el desarrollo de actividades culturales y vecinales.

Los Enredaderos de Retiro y Fuencarral son una buena ocasión para rectificar y poner un nuevo rumbo a las políticas municipales. Y si tienen que disimular que disimulen, pero no dejen pasar la ocasión. Los jóvenes de Retiro y Fuencarral lo merecen.

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