Mario Garcés Jurista y escritor
OPINIÓN

Volver a nacer

Unos 255.000 ciudadanos recibirán el próximo 26 de junio el Ingreso Mínimo Vital, es decir, 75.000 hogares, de los cuales la mitad serán niños, según ha anunciado este domingo en rueda de prensa el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez.
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Unos 255.000 ciudadanos recibirán el próximo 26 de junio el Ingreso Mínimo Vital, es decir, 75.000 hogares, de los cuales la mitad serán niños, según ha anunciado este domingo en rueda de prensa el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

La clave está en los Evangelios. Pedro Sánchez es una combinación de Nicodemo en el Evangelio de San Juan y del trampero Leonardo di Caprio en la película El renacido, fuentes indiscutibles de inspiración de su Manual de Resistencia

En una noche de introspección a la luz de la luna, hay un pasaje en el Evangelio de San Juan en el que Nicodemo pregunta a Jesús ¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Acaso se puede entrar otra vez en el seno de la madre y volver a nacer? Jesús le responde que, en efecto, cualquier hombre, no importa cuán viejo sea, puede volver a nacer del Espíritu. El Espíritu. Ya se sabe, en España llevamos dando vueltas a la formación del espíritu nacional desde hace años, ahora de la mano de algún burro de Troya.

Sánchez renació entre cortinas y urnas, del mismo modo que ahora quiere que renazcamos todos convertidos a la cienciología de la "nueva normalidad". Lo que no va a cambiar, de la vieja anormalidad a la nueva anormalidad, es la baja tasa de natalidad de este país que empezó a dejar de ser desde el mismo momento que dejó de nacer. 

Lo que no va a cambiar, de la vieja anormalidad a la nueva anormalidad, 
es la baja tasa de natalidad de este país

La fecundidad total en España bajó a 1,23 hijos por mujer en 2019, para sumar 360.000 criaturas más a este país de niños que ya no pertenecen a sus padres según alguna procuradora oficial. Por comparar, aunque solo sea por comparar, en 1939, en una España desolada por la Guerra, y con una población de 20 millones de parroquianos, nacieron 422.000 niños. Y por volver a comparar, aunque solo sea por comparar, en 1919, el año de la "gripe española" cayeron los nacimientos en un porcentaje del -4,4% respecto del año anterior, un nivel inferior al de la caída de 2019 del -5,3% un siglo después, cuando el horizonte económico estaba tan despejado como una mañana de verano desde la playa de Es Trenc en Mallorca.

España es una nación que, a cada minuto, se la añora por su pasado, ya sea para venerarlo, ya sea para desdeñarlo. Como también es una nación de presente incierto y de futuro demográficamente imposible. Para los partícipes en la Comisión de Reconstrucción que invocan los Pactos de la Moncloa, de haber mantenido la ratio de 2,77 hijos por mujer de 1976, en nuestro país habría ahora 20 millones más de españoles menores de 43 años, y una población total equivalente a la de Francia, Reino Unido e Italia, pero mucho más joven. 

Pero no fue así y no hay un Michael J. Fox que regrese al futuro para agitar el furor reproductor en los últimos treinta años. De aquellos hijos que no fueron a los hijos que no serán. Y no habrá Evangelio ni Dios que te crió que deje que los niños se acerquen a Jesús. Amén.

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