Luis Algorri Periodista
OPINIÓN

Los Bosés

El cantante Miguel Bosé participa en el acto 'Hablemos sobre el Sida', en Madrid.
El cantante Miguel Bosé.
GTRES
El cantante Miguel Bosé participa en el acto 'Hablemos sobre el Sida', en Madrid.

Suele decirse que el miedo es libre. No, el miedo es inevitable: forma parte de la naturaleza humana y sería terrible que no lo sintiésemos. Las que sí son libres son la ignorancia y la mala leche. La primera, porque puede evitarse mediante el sencillo método de informarse antes de abrir la boca para proferir sandeces. Y la segunda, porque es premeditada. Siempre.

En estos días convivimos con dos sensaciones contradictorias: el miedo al virus, que sigue ahí y que puede dar otro zarpazo (miren si no los chinos), y la euforia porque ya podemos salir de casa y hacer una vida relativamente normal. 

Bien, pues es ahora cuando personajes como Miguel Bosé se ponen a difundir colosales tonterías sobre las vacunas, que a él no le gustan, y sobre el tenebroso control de la población mundial que pretenden Bill Gates y Pedro Sánchez gracias a la tecnología 5-G. Se le ha olvidado añadir a Lex Luthor y a Darth Vader, pero la omisión es comprensible porque no tiene el hombre cabeza para tantas cosas. Puede ser ignorancia.

Pero cosas parecidas ha dicho el presidente de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza, que es un señor que se supone que tiene estudios y que dice que con la futura vacuna nos implantarán a todos un chip, y el cardenal valenciano Antonio Cañizares, que clama al cielo (a dónde va a clamar si no) porque en los ensayos para la vacuna se usan células fetales

Mendoza sabe que lo que dice es un cuento y el cardenal sabe que eso lleva sucediendo desde hace 60 años. Es decir, no se trata de ignorancia sino de mala leche. De ganas de meter miedo. Porque ambos saben que manejar el miedo de las personas es controlar a las personas. Así que ustedes mismos…

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