Joan Ferran Historiador y articulista
OPINIÓN

Flamenco y tópicos

El bailaor de Flamenco Jesús Carmona durante el estreno mundial del montaje 'Amator' en el Teatro Juan Bravo de Segovia.
El bailaor de Flamenco Jesús Carmona durante el estreno mundial del montaje 'Amator' en el Teatro Juan Bravo de Segovia.
EFE/ Pablo Martín
El bailaor de Flamenco Jesús Carmona durante el estreno mundial del montaje 'Amator' en el Teatro Juan Bravo de Segovia.

Si algún día alguien escribe la antología de los disparates pronunciados en sede parlamentaria incluirá, sin duda, el de una diputada republicana dispuesta a argumentar que el flamenco fue un instrumento del franquismo utilizado contra la cultura catalana. Típico tópico -como el que demoniza a la copla y el cuplé- que poco tiene que ver con la realidad. 

Deberían saber, quienes cuentan esas milongas, que el franquismo lo utilizaba todo, absolutamente todo, para mantener su cosmovisión del mundo. Como contrapartida bastara recordar el exilio argentino de Miguel de Molina tras una brutal paliza protagonizada por un grupo de falangistas, o el caso de Antonio Mairena obligado a cantar el Cara al Sol a punta de pistola. Y así, casos hasta el infinito. 

Quizás ha llegado el momento de refrescar la memoria y recordar lo que represento el ‘Quejío’ de Salvador Távora, la bailarina catalana Carmen Amaya, o el cante reivindicativo de un Manuel Gerena que veía sus discos y conciertos prohibidos por la dictadura franquista. Gerena compartió vida y escenarios con artistas e intelectuales como Rafael Alberti, Blas de Otero, Manuel Vázquez Montalbán, Pablo Neruda o el cantautor Paco Ibáñez. Poco sospechosos todos ellos de ser instrumentos del franquismo. 

Imagino la cara de póquer que habrán puesto los catalanes Mayte Martin, Miguel Poveda, Rosalía o Joan Clota ‘El Nen’ ante el comentario de marras. Por cierto, otro día hablaremos de otros géneros vilipendiados como el cuplé y la copla. Guerra, pues, a los típicos tópicos.

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