El virus avanza de nuevo a sus anchas y nuestros políticos son incapaces de trazar una línea común que permita frenar su expansión. No son honestos ni con las cifras, cada autonomía ofrece los datos de contagios por su cuenta y nada cuadra. Lo mismo con las medidas a tomar, aquí surge de nuevo la eterna pugna Madrid-Cataluña (o viceversa) y, mientras unos piden mayor libertad, los otros anuncian medidas que se acercan al confinamiento. No tengo nada claro si el objetivo final somos nosotros o es el rédito electoral, pero sí que la Covid, hoy, va ganando.