Desde este jueves y a lo largo de seis días, nuevas tendencias, propuestas arriesgadas y la revisión del clasicismo se darán cita en la 53 edición de Cibeles Madrid Fashion Week. Un total de 45 creadores exhibirán sus colecciones para la próxima temporada otoño-invierno, en la que el trío cromático negro, rojo y blanco será la estrella, acompañado de grises, beiges, camels y tostados; azul marino, añil y azafata. También perviven los rosas, malvas y nude.

El diseñador Jesús del Pozo y su particular interpretación de los años cuarenta levantará mañana viernes el telón de la moda en Madrid en una jornada donde también destacará un enigmático viaje a Oriente de manos de Roberto Verino, con bordados y acabados de la cultura china y el urbanismo nipón, y las formas circulares de Devota&Lomba.

El flamenco se subirá a la pasarela en la jornada del sábado con un particular homenaje de Victorio&Lucchino a este arte patrimonio de la humanidad. También ese día el venezolano Hannibal Laguna desvelará sus elegantes y sofisticadas propuestas aderezadas con cristales y bordados metálicos; y Amaya Arzuaga asombrará con su concepción del punto.

Montesinos se ha inspirado en el pintor y escultor Matt Lamb, y Roberto Torreta reinventará piezas clásicas y el sentimiento beatnik de los sesenta con formas ultramodernas del futuro. El domingo llegará el turno de Ana Locking, Ailanto y sus texturas tridimensionales, y David Delfín y su síndrome de diógenes.

El acento más sexy lo pondrá el lunes Andrés Sardá con su colección lencera latina. Alma Aguilar, Miguel Palacio y Adolfo Domínguez también desfilarán ese día.

El martes será, entre otros, para Teresa Helbig, Elisa Palomino, Ion Fiz y Sara Coleman, que debuta tras dar el salto desde la pasarela de El Ego. Esta plataforma para jóvenes diseñadores será la encargada de cerrar Cibeles el miércoles.

La lana, adaptada a cualquier prenda, se impone como tendencia, con el punto artesanal, las piezas de rombos, las espigas y el jacquard (los dibujos geométricos típicos de los jerséis de nieve) como protagonistas, y es que las líneas geométricas serán un denominador común en las colecciones de Cibeles. También el terciopelo y la seda llegan para quedarse. Destacan los amplios volúmenes, las faldas a la rodilla y los pantalones al tobillo. La estrella será la gabardina o trench.