Todos estos acontecimientos se producen en un entorno marcado por las sospechas de fraude en las recientes elecciones, después de que varias urnas -con miles de votos en apoyo de Préval- fueran encontradas en vertederos de basura.

La validación de los votos escrutados había quedado detenida en el 90,02 %, con el 48,76% de los sufragios para Préval, es decir, a menos de un punto y medio porcentual para alcanzar la mitad más uno del mínimo necesario para evitar una segunda vuelta electoral.

Presiones internacionales

Ante esta situación, David Wimhurst, miembro de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití (MINUSTAH), había solicitado al Consejo Electoral Provisional (CEP) que iniciase una investigación.

En esta misma línea se había mostrado el Gobierno brasileño, que consideraba la proclamación del candidato Préval como posible salida al caos en que se ha sumido esa nación tras las polémicas elecciones de la semana pasada.

De hecho Marco Aurelio García, asesor en Asuntos Internacionales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha llegado a comentar que había iniciado algunos contactos políticos en busca de una "fórmula que, respetando la legalidad, precipite la victoria de Préval".

    NOTICIAS RELACIONADAS