Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid, del PP, sufre incontinencia verbal. La definición es suya. Este jueves revolucionó al PSOE con unas declaraciones sobre la nueva ministra de Sanidad, Leire Pajín. En una entrevista, el regidor dijo: "Cuando veo los morritos de Leire Pajín pienso lo mismo".

Pero este no ha sido su primer exabrupto. La biografía de este médico y político está repleta de intervenciones estelares. En una de sus primeras intervenciones como alcalde mostró la intención de que Valladolid "dejase de ser la ciudad de las diez ‘pes’", en referencia a los "piojos", las "pulgas" y las "putas".

En otra ocasión, censuró al propio Manuel Fraga, presidente de honor del PP, al sentenciar que "a determinada edad es mejor no hacer declaraciones". Y se encaró a un joven que le llamó fascista al paso de su comitiva. "Ven para acá" le retó, mientras entre diente se refería a él como "hijo de puta".

La última 'perla' fue hace dos semana cuando tachó de "impresentable" al ministro de Fomento, José Blanco, por decir que el PSOE había invertido más en seis años que Aznar en ocho.