No sólo un coche de la Guàrdia Urbana ardió el 29 de septiembre, en la huelga general. Al menos otro vehículo fue pasto de los altercados que azotaron Barcelona. Javier denunció el martes que su utilitario fue una víctima colateral al incendiarse tras la quema de unos contenedores instalados en frente de donde lo tenía estacionado.

Javier se queja de que nadie le avisó. Fue el viernes, al no localizar el coche y poner una denuncia por robo a los Mossos d'Equadra, cuando le indicaron que estaba en el depósito de la Vila Olímpica. "Desde entonces, me llevan de aquí para allá, sin solucionar nada", se lamenta. Sobre el vehículo pesan la multa de la grúa y el dinero por permanecer en el depósito.

El Ajuntament ha indicado este martes a 20 minutos que el afectado no tiene que pagar la multa (porque el coche tuvo un accidente) si lo recoge hasta 10 días después del suceso. Y aseguran que la Urbana le informó de todo.