Cuando, en la tarde de ayer, se trató este asunto en el Pleno del Senado, los senadores nacionalistas dividieron su voto: Narvay Quintero se abstuvo, mientras que Alfredo Belda votó en contra de esta iniciativa del PP, según explicó en un comunicado.

"Algunos nacionalistas han vuelto a darnos muestras de su incoherencia interna", dijo Alarcó, quien, no obstante, valoró el cambio de postura de CC, que la semana pasada en el Congreso apoyó el incremento del impuesto. "Rectificar es de sabios", subrayó.

Alarcó hizo hincapié en la necesidad de que todos los representantes públicos sean co-responsables con todo el país, a la vez que mostró su pesar por la repulsa "absolutamente comprensible" que ha suscitado en el país la "actitud egoísta" de algunos nacionalistas. "No estamos a favor de las actitudes mercantilistas en política. Canarias es grande porque es española y europea", opinó Antonio Alarcó.

El senador canario interpretó la votación en la Cámara Alta como "un toque de atención" al Gobierno central para que rectifique su política económica y así hacer frente a la crisis de una manera mucho más efectiva. "Fruto de la ineficacia del Ejecutivo de Zapatero en materia económica son los cerca de cinco millones de parados que hay en España", afirmó el senador popular, quien también apuntó a los riesgos que sobre la economía española supondrá la subida de este gravamen indirecto, que aumentará considerablemente la economía sumergida.

En la moción del PP también se pidió al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero que cambie el régimen de pago de este impuesto para autónomos y pequeñas y medianas empresas, a la vez que se propone el establecimiento de un tipo superreducido (del 4%) para las actividades turísticas.

Por último, Alarcó recordó como en 1996 para salir de la "desastrosa" situación económica en la los gobiernos socialistas dejaron a España, el PP bajó los impuestos. Receta que, en su opinión, debería aplicar ahora Rodríguez Zapatero.