Doctora en Ciencias Políticas y Sociología y profesora titular en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Teresa Jurado Guerrero ha desarrollado, además, una amplia labor como investigadora y es autora de numerosos estudios. El último de ellos, ¿Cuándo se implican los hombres en las tareas domésticas?, fue publicado en 2009.

¿Cómo definiría usted la familia española actual?

Hay diferentes tipos. Comparado con hace tres décadas, ahora hay muchos más hogares monoparentales, más parejas de hecho, más parejas de doble ingreso y más familias de personas que han inmigrado.

¿Cuál es su papel hoy en día?

El papel de las familias en la sociedad española es fundamental para asegurar la crianza, el cuidado y el apoyo económico de los niños y de los jóvenes españoles y para el cuidado de los dependientes mayores. Además, las condiciones económicas y culturales de las familias determinan en gran parte el éxito educativo de los hijos y la inserción de los jóvenes al empleo y el acceso a una vivienda.

¿Qué destacaría especialmente de las familias?

Se valora mucho la ayuda mutua y los padres están dispuestos a sacrificarse en gran medida por el bienestar de sus hijos.

¿Cuáles son los cambios más importantes que se han producido en torno a esta institución en España en los últimos años?

Las familias se han democratizado, lo que lleva a una mayor igualdad entre padres e hijos y entre marido y mujer. Por otro lado, la fecundidad ha caído enormemente y se mantiene muy baja, mientras que ha aumentado el número de divorcios.

¿Y qué factores han propiciado estos cambios?

Los más importantes han sido las dos «revoluciones silenciosas» protagonizadas por las mujeres nacidas a partir de los años 50: su acceso mayoritario a la educación superior y su creciente incorporación al empleo.

La reducción del tamaño de las familias es un hecho, así como el retraso de la edad de la maternidad. ¿A qué cree que se debe?

Se debe principalmente al retraso en la inserción y consolidación laboral de los jóvenes, lo que lleva al retraso de su independencia residencial y de la formación familiar. Cuanto más tarde se empieza a tener hijos, menos se tienen, sobre todo en países como España con poco apoyo público para el cuidado de hijos pequeños. Por otro lado, a las parejas en las que ambos tienen un empleo les resulta muy difícil conciliar el cuidado de los hijos con el trabajo.

¿Está el modelo tradicional abocado a desaparecer? ¿Hacia dónde nos dirigimos?

En cuanto a la autoridad del marido y padre, sí. Nos dirigimos a más familias de dos ingresos y a más diversidad social por el aumento de la inmigración.

¿Cuáles son los principales logros y avances sociales en este terreno?

La democratización, la igualdad de género en su aspecto formal y el reconocimiento de los mismos derechos civiles a minorías, como en el caso del matrimonio entre personas del mismo sexo.

¿Y los principales obstáculos?

Las dificultades de conciliación de trabajo y tiempo personal y familiar, la falta de igualdad entre cónyuges en la realización de las tareas domésticas y de cuidados a personas dependientes (niños y mayores), la precariedad laboral tanto temporal como de salarios y la falta de políticas públicas de apoyo a las familias.

¿No son adecuadas las políticas familiares?

En España son pobres, comparadas con otros países europeos. Faltan servicios de atención a la infancia, sobre todo para el cuidado de los niños menores de 3 años, y servicios para el cuidado de mayores dependientes. Además el nivel de las becas para estudiantes es modesto, no hay becas-salarios que permitan la independencia económica de sus padres.