Sanidad crea el 'buen samaritano' para incrementar los trasplantes

  • Con esta figura, el Ministerio pretende que se pueda donar, por ejemplo, un riñón en vida sin necesidad de parentesco con el receptor.
  • Un juez tendría que dar el consentimiento para llevarse a cabo.
A Fernando López le acaban de trasplantar el hígado.
A Fernando López le acaban de trasplantar el hígado.
JORGE PARÍS
A Fernando López le acaban de trasplantar el hígado.

Dar sin esperar nada a cambio. Como en la conocida parábola del buen samaritano, Sanidad tiene previsto aprobar próximamente una figura que permita donar libremente un riñón o parte del hígado (órganos no vitales) en vida, adelantaron a 20 minutos fuentes de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

El objetivo es aumentar el número de trasplantes en el país para reducir las listas de espera (en la actualidad hay 5.400 enfermos esperando para ser trasplantados). Surgió porque unas diez personas de distintas zonas del país quisieron donar un riñón y no pudieron porque la legislación vigente impide donar si no se tiene una relación de parentesco con el receptor, entre otros requisitos.

La ley exige ser mayor de edad, demostrar que entre el donante y el receptor hay una relación familiar o de pareja, un estudio médico y psicológico (que muestre la viabilidad de la intervención) y, finalmente, una autorización judicial. Todo para evitar el tráfico ilegal de órganos.

Donaciones encadenadas

La nueva figura, que también tendrá que contar con la autorización de un juez, está enfocada a entrar a formar parte de los llamados trasplantes cruzados, sistema por el que un enfermo que necesita un riñón y tenga un donante familiar incompatible, puede intercambiarse con otra pareja en la misma situación, explicaron a este diario fuentes de la ONT.

La idea, según el organismo, se basaría en introducir en el círculo de las 26 parejas apuntadas en la lista de donación cruzada los órganos donados dentro del programa del buen samaritano. "Así conseguiríamos que hubiera muchas más probabilidades de realizar trasplantes, ya que un órgano del buen samaritano podría ser compatible con una pareja receptora y ésta a su vez, contar con un órgano que le sirva a otra y así sucesivamente. Sería una forma de poner en marcha este circuito de donaciones», explicó a 20 minutos Rafael Matesanz, director de la ONT.

Un trabajo de equipo

Pese al espectacular descenso de los accidentes de tráfico en 2009, el número de donantes aumentó un 1,8% gracias a la contribución de las personas mayores, lo que sitúa la tasa de donantes en 34,3 por millón de personas, la mayor del mundo, según datos de Sanidad. En total, el año pasado se alcanzó la cifra récord de 4.028 trasplantes, procedentes de 1.606 donantes.

Pero, ¿dónde está el secreto? En España todos los hospitales que tienen equipo para realizar algún trasplante cuenta con un departamento de coordinación especializado. Este equipo tienen la misión de informar a la Organización Nacional de Trasplantes de posibles donantes. Una vez que el paciente fallece, y si se ha dado el consentimiento previamente, se pone en marcha un operativo en el que pueden intervenir más de 100 personas. La idea es aprovechar el mayor número de órganos de cada donante.

Segundo trasplante cruzado en España

La Organización Nacional de Trasplantes explicó a este diario que prepara el segundo trasplante renal cruzado para los próximos meses. Según la organización, en estos momentos ocho parejas están en proceso de estudio. De confirmarse la compatibilidad entre ellas, se practicarían cuatro trasplantes más.

Una nueva vida para Fernando y María Jesús

Fernando López Moreno, taxista, 58 años: "Nunca pensé que habría un hígado para mí"

Convaleciente, en una de las camas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Fernando López recupera poco a poco la sonrisa junto a su mujer. Hace algo más de una semana que le trasplantaron el hígado que tanto necesitaba y parece que su cuerpo no lo ha rechazado. Pese a todo, aún le quedan unos días para volver a casa. "Estos siete días han sido los peores. Cualquier dolor, molestia... te hacía pensar que la cosa no iba bien", relata.

Pero la historia de este hombre de 58 años comenzó hace diez años. Lo operaron de una fístula y en una de las curas, la enfermera le preguntó si era diabético. "Decía que estaba cicatrizando muy lento y que olía raro", recuerda. Unos días después, Fernando descubrió que sufría una hepatitis del tipo C. Pese a todo, nada le impidió llevar una vida normal durante seis años, hasta que le detectaron dos pequeños tumores en el hígado. Fernando entró en la lista de espera para ser trasplantado el 19 de febrero de 2009. Desde entonces, lo han llamado del hospital hasta en cuatro ocasiones. La del mes de enero fue la definitiva.

María Jesús González, administrativa, 47 años: "El riñón multiplicó mi tiempo libre"

Tenía 26 años cuando los médicos descubrieron que tenía una grave insuficiencia renal y que necesitaría diálisis. "Tuve que volver a Toledo con mi familia y dejar mi trabajo en Palma de Mallorca", cuenta mientras recuerda que lo peor de todo era el tiempo que perdía en diálisis. Tras cuatro años acudiendo casi a diario al hospital, llegó el día más feliz de su vida. Le comunicaron que tenían un riñón para ella.<p>María Jesús González.</p>

A partir de entonces todo cambio: "El tiempo se multiplicó. Empecé a poder viajar sin tener que pedir cita en los hospitales de las ciudades que visitaba, hacer cursos de inglés, francés, senderismo y una dieta menos rigurosa". Desde entonces han pasado 17 años y sólo le quedó una secuela, una pastilla diaria.

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