¿Pacientes demasiado precavidos o personal sanitario poco comprensivo? La cuestión es que en algunos centros de salud se forman colas a la entrada, 10 y hasta 15 minutos antes de la apertura, en la calle, apenas al alba o aún de noche, y con bajas temperaturas.

La razón parecen ser las primeras citas de la mañana, para las pruebas analíticas de sangre, que se dan temprano por estar el paciente en ayunas. Al coincidir prácticamente con el inicio del horario de atención al público y despacharse muy rápido –en Mutxamel, por ejemplo, medio centenar en media hora–, la gente llega con cierta anticipación por miedo a perder su turno.

Desde Sanidad explicaron que se procura abrir con puntualidad y que las esperas pueden ser mínimas, porque a las 8.30 horas, como máximo, suelen estar atendidas todas las personas por las extracciones de sangre para análisis.

20 minutos hizo la prueba y trató de acceder a la sala de espera de Urgencias, en el centro de salud de Mutxamel. A pesar de la voz afónica y los síntomas evidentes de resfriado, la encargada fue inflexible: «No se puede entrar». «Pero hace un frío que pela...» «Tendrá que esperar fuera, tienen que encender los ordenadores, las luces...»

En el departamento de Atención Primaria de Salud de Alicante-Sant Joan, cada paciente va 4,2 veces al año al médico, una frecuencia que aumenta a 4,5 en el caso de niños de hasta 14 años y llega a 7,4 entre los jubilados.