La incidencia de la gripe se ha quintuplicado en sólo dos semanas, los expertos prevén que la situación siga empeorando y el virus, unido a las dolencias típicas relacionadas con el frío, ha empezado a crear problemas ya en los principales hospitales, que están a tope de pacientes.

En la última semana de octubre, la epidemia de gripe alcanzó en Aragón una tasa de 289,97 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 122 de la semana previa y los 49 de mediados de ese mismo mes.

Los brotes más fuertes se están dando en la provincia de Zaragoza, donde el virus ha disparado su incidencia. En sólo 2 semanas ha pasado de 10,36 casos por cada 100.000 habitantes a mediados de octubre a 385,09 a finales del mes pasado.

El virus, que en un 90% de los casos corresponde a gripe A, se está cebando especialmente con los más jóvenes. En los niños de 5 a 14 años, la incidencia ha alcanzado tasas similares a la de la epidemia más virulenta de los últimos años, en el invierno de 2004-2005, cuando se superaron los 800 casos por cada 100.000 habitantes.

Aunque los síntomas, sobre todo entre los más pequeños, están siendo más suaves de lo que se esperaba en principio (en los niños duran unos 3 días), la rapidez con la que están explotando los brotes provocó ya la semana pasada los primeros problemas de espacio y saturación en los principales hospitales de la capital aragonesa. En el Miguel Servet, a finales de semana hubo que utilizar la zona de maternidad para pacientes del hospital general e incluso de digestivo. Tanto en este centro como en el Royo Villanova, las urgencias llegaron a acumular hasta 5 horas de espera, con las salas de observación a tope de pacientes.

Los expertos auguran además que la intensidad de la epidemia, que en la actualidad catalogan como «media», vaya creciendo durante las próximas semanas. El pico, como ya adelantó la semana pasada 20 minutos, podría llegar a finales de este mismo mes centrado en los niños, y después saltaría a los adultos para mantenerse estable durante todo el mes de diciembre.