El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha afirmado que su sindicato, junto con CC OO, saldrán de manera "masiva" a la calle antes de fin de año para dejar clara su posición frente la crisis y ante las propuestas de la CEOE para combatir la recesión.

"Vamos a salir a la calle de manera masiva antes de que acabe el año con el objetivo de asentar nuestra posición frente a la crisis económica", ha afirmado Méndez durante su intervención en el acto de clausura del VIII Congreso de la Federación de Servicios Públicos de UGT (FSP-UGT).

Durante su intervención, el líder de UGT también tuvo palabras para el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, al que ha acusado de mantener posiciones "falaces" para justificar su demanda de crear un contrato indefinido no fijo.

"Es decir, un contrato que dice una cosa y dice la contraria", ha apuntado Méndez, quien criticó que se quiera ver este contrato como "la panacea" cuando lo que significa es que un joven de ahora al que se le haga este contrato, cuando tenga 40 o 50 años, será despedido  "con una mano delante y otra detrás".

El secretario general de UGT matizó que en España ya "es fácil y barato despedir" y que, a pesar de la crisis, se continúa "estimulando una cultura empresarial" que "exclusivamente basa la competitividad de las empresas en bajos costes salariales".

Falta de empleo en Europa

Méndez ha admitido que existe un retraso en la recuperación económica por la falta de creación de empleo y que ésta no llegará en 2010 "ni en Alemania, ni en el Reino Unido, ni en Italia, ni en Francia, ni, por supuesto, tampoco en España".

"Este retraso se debe a que hay materialmente enladrillado punto y medio de la riqueza bruta de este país porque hay 1,8 millones de viviendas sin vender, porque no se han construido para atender una demanda sino para especular", ha afirmado Méndez.

Fractura del diálogo social

El pasado 24 de junio, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, declaró roto el diálogo socialpor la falta de acuerdo entre las partes.

Desde entonces se han venido produciendo entre los agentes sociales (patronal, Gobierno y sindicatos) cruces de acusaciones sobre las medidas para combatir la crisis, principalmente sobre si se debe abaratar el despido o crear un tipo de contrato más flexible.

Ha sido llamativo especialmente el enfrentamiento entre Gobierno y CEOE. El pasado 24 de septiembre, durante un foro, Corbacho se dirigió desde la tribuna a Díaz Ferrán para remarcar que no sería posible una rebaja en las cotizaciones de la Seguridad Social, una demanda que el propio presidente de la patronal negó haber hecho poco después, en el mismo acto.

Dos días antes, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, señaló que sería bueno que los empresarios se aplicaran la austeridad que habían pedido para el empleo público a la hora de indemnizar a algunos directivos de la patronal. Los empresarios habían criticado al Gobierno por las medidas contra la crisis en los Presupuestos para 2010.

Enfrentamientos

Méndez y Díaz Ferrán han dejado claras sus diferencias en varios actos públicos en los últimos días. El lunes, durante un foro sobre economía en Madrid y la noche de este martes en un debate en Antena 3.

El presidente de la CEOE, sin embargo, se ha mostrado este miércoles optimista sobre el futuro del diálogo social al asegurar que confía en lograr un acercamiento con los sindicatos y con el Gobierno en los próximos meses.

En su intervención en la Asamblea General de la Asociación Española de Distribución, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Díaz Ferrán ha señalado que "parece que los sindicatos están un poco abiertos" a hablar "por fin" de una reforma laboral, aunque no del nuevo contrato que propone la patronal.

Sí se podría empezar a hablar de otros aspectos como la contratación a tiempo parcial, la movilidad o el problema del absentismo, ha apuntado el presidente de la CEOE, para quien las conversaciones podrían comenzar a comienzos del año que viene.

Los empresarios también "sufren"

En su intervención, Díaz Ferrán lamentó el "maltrato injustificado" que han sufrido los empresarios en los últimos meses, porque se les ha culpado de una crisis que también "sufren".

Además reiteró que el diálogo social no lo rompieron los empresarios, que fueron "los únicos" que se quedaron en la mesa tripartita mientras sindicatos y Gobierno les culpaban del fracaso de las conversaciones.