Santiago de Compostela esconde muchos secretos y uno de ellos está en su emblemática Alameda. Ha recibido muchos nombres a lo largo de los años y podría decirse que es el lugar perfecto para una primera cita. Se trata del Banco Acústico, también conocido como Barco dos Namorados (o Banco de los Enamorados), un asiento con un diseño peculiar: en forma de semicírculo, con un diámetro de 14 metros y una profundidad de cinco metros.
Su forma es lo que le convierte en uno de los lugares más 'mágicos' de la ciudad: dos personas pueden hablar susurrando desde un extremo del banco al otro. Esto se debe a que su forma cóncava y la dureza del granito permiten que el sonido vaya rebotando y llegue de un lado a otro con la misma potencia con la que fue emitido.
Esta técnica se viene usando desde la Antigua Grecia y está presente en otras estructuras, a las que se conoce como 'galerías de los susurros'. Algunas de las más famosas son la bóveda de la catedral de San Pablo de Londres, la estación Grand Central de Nueva York o en la Sala de las Dos Hermanas de la Alhambra de Granada.
Era un auditorio de piedra
El Banco dos Namorados fue inaugurado en 1916 por el arquitecto municipal Mariano Fernández Rangel, como parte de un plan de expansión del parque de la Alameda. En un principio, esta construcción, que se inició dos años antes y tuvo un costo de 900 pesetas, era un auditorio de piedra para las actuaciones de la banda municipal. Para ello, se inspiró en los principios de la física acústica.
Desde su inauguración, el banco se convirtió en un popular punto de encuentro para parejas. Según cuenta la gente de Santiago de Compostela, los enamorados acudían allí para compartir sus secretos y promesas de amor. Con el paso del tiempo, el Banco dos Namorados se ha convertido en un símbolo del amor y el romanticismo en la ciudad.
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