Poco después de que el PSOE anunciara la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso, la oposición ya advertía de la trampa. Este martes, el PSOE aceptó el reto que lanzaba el PP hace unos días a Pedro Sánchez de acudir a sede parlamentaria para dar explicaciones sobre las actividades profesionales de su mujer. No obstante, el presidente hará coincidir su intervención del próximo 22 de mayo con otros asuntos de actualidad. Y esto, a ojos de los de Alberto Núñez Feijóo, oculta la "vocación del presidente de escapar" para no esclarecer los movimientos de su pareja Begoña Gómez.

El presidente comparecerá "a iniciativa propia" para contar resultados del último Consejo Europeo, de sus encuentros y contactos con presidentes y primeros ministros para abordar el reconocimiento de Palestina y, también, responder a las preguntas del PP sobre las actividades de su mujer. A lo que desde el Gobierno han añadido que tratarán todos los temas "acumuladamente" y se hablará también de la "máquina del fango".

Por este motivo, en Génova han criticado la comparecencia "ómnibus" de Sánchez y le han acusado de querer "escapar" de dar explicaciones sobre su mujer al mezclarlo con temas que nada tienen que ver, como es el de la política internacional. Como en ocasiones anteriores, la oposición también ha recordado que mientras el presidente cuenta con tiempo ilimitado para intervenir, los grupos tienen quince minutos iniciales y otros quince para la réplica. Es decir, que en cuestión de media hora tendrán que posicionarse sobre Palestina, el Consejo Europeo, la guerra de Ucrania... y las cartas de recomendación que firmó la mujer de Sánchez para que el Gobierno concediera un rescate económico a Air Europa durante la pandemia, cuando ella mantenía una relación laboral con dicha empresa.

Los populares avanzan sus bajas expectativas de la cita parlamentaria y avisan de que si no salen convencidos, seguirán barajando citar al presidente al Senado, donde se está investigando la supuesta trama de corrupción del PSOE. Continúan dejando a Gómez al margen, pero sin descartar ninguna acción que pueda ayudar a ahondar en la trama.

Más aún a las puertas de las elecciones europeas del próximo 9 de junio, en el que los populares tienen puestas todas las esperanzas, ya que se lo toman como unas generales. Tras los resultados de las catalanas, en las que el PSC se posicionó como primera fuerza pero el PP quintuplicó sus resultados, Génova se ha puesto como objetivo ganar al PSOE con una gran ventaja —aunque el CIS sitúe al PSOE cinco puntos por delante—. Y es que la dirección nacional atribuye parte de su subida en Cataluña a antiguos votantes del PSC: "La batalla por el centro la estamos ganando", celebraban ya en la noche electoral.

Los barones populares coinciden en que este debe de ser el objetivo, dado que el único modo de crecer es hacerlo por el centro. Incluso, hay quienes admiten ahora las dudas que le generó el endurecimiento del discurso que dio Feijóo, en plena campaña catalana cuando, al estilo de Vox, llegó a relacionar la inmigración ilegal con la okupación. Vistos los buenos resultados en Cataluña, ahora respiran aliviados y piden darle caña a la campaña obviando a Vox. "Solo se puede ganar y gobernar" desde el centro.

Asimismo, altos dirigentes señalan la necesidad de "municipalizar" las europeas para movilizar al electorado. Y esto lo harán amortizando el rechazo a la amnistía, que estas semanas vuelve a la agenda legislativa, así como abanderando la lucha por el campo. Para ello, los populares apostarán por incluir en Europa para que sea más sensibles con las necesidades de los ganaderos y agricultores. También de esta manera buscarán diferenciarse de Vox que, según los populares, "van en contra de Europa".