Sánchez se refuerza en su relato de la amnistía y Feijóo devuelve al PP a sus mejores marcas en Cataluña

No es habitual, pero este domingo ocurrió que dos líderes nacionales pueden decir que el resultado de unas elecciones autonómicas, en este caso las catalanas, les han reforzado en sus estrategias y sus cargos. Se trata del socialista Pedro Sánchez y el popular Alberto Núñez Feijóo, quienes este domingo lograron sus objetivos.
No es habitual, pero este domingo ocurrió que dos líderes nacionales pueden decir que el resultado de unas elecciones autonómicas, en este caso las catalanas, les han reforzado en sus estrategias y sus cargos. Se trata del socialista Pedro Sánchez y el popular Alberto Núñez Feijóo, quienes este domingo lograron sus objetivos.
No es habitual, pero este domingo ocurrió que dos líderes nacionales pueden decir que el resultado de unas elecciones autonómicas, en este caso las catalanas, les han reforzado en sus estrategias y sus cargos. Se trata del socialista Pedro Sánchez y el popular Alberto Núñez Feijóo, quienes este domingo lograron sus objetivos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Carlos Gámez - ATLAS

No es habitual, pero este domingo ocurrió que dos líderes nacionales pueden decir que el resultado de unas elecciones autonómicas, en este caso las catalanas, les han reforzado en sus estrategias y sus cargos. Se trata del socialista Pedro Sánchez y el popular Alberto Núñez Feijóo, quienes este domingo lograron sus objetivos. El segundo puede decirlo más que el primero, porque el líder del PSC, Salvador Illa, no tiene ni mucho menos hecho poder ser el próximo presidente catalán.

Un escrutinio de infarto daba esperanzas y se las quitaba al PSC a medida que se actualizaban los resultados. Los socialistas ganaron claramente, pero por momentos se veían con ninguna opción para intentar formar gobierno. Finalmente, los de Illa pueden soñar con pensar en una reedición de un tripartito con ERC y comunes, con un independentismo muy a la baja que no suma por primera vez en más de diez años.

De momento, se han cumplido los dos objetivos que se había marcado el presidente del Gobierno desde el verano pasado, cuando decidió aprobar la ley de amnistía para poder seguir en la Moncloa. Su relato desde entonces se ha basado en que la medida de gracia estaba justificada para pasar página del procés y que con sus políticas desde el Gobierno central había ido desactivando al independentismo. La posibilidad de que el que fuera su ministro de Sanidad en pandemia pueda ya negociar un gobierno en Cataluña, siendo el único candidato con posibilidades, da a Sánchez un importante aliento en su estrategia del olvido penal del procés. "Desde hoy se abre una nueva etapa en Catalunya para mejorar la vida de la ciudadanía, ampliar derechos y reforzar la convivencia", dijo Sánchez en redes sociales.

¿Crees que Puigdemont dinamitará la legislatura de Sánchez si no le permiten ser presidente catalán?

Eso sí, ni el gobierno en Cataluña está hecho ni el Ejecutivo central puede decir que a partir de ahora todo será más fácil: Illa tiene por delante una ardua negociación para poder llegar al Palau de la Generalitat y Sánchez sigue dependiendo de los siete escaños de ERC y los otros siete de Junts en el Congreso para sostener en pie una legislatura ya de por sí muy inestable.

Lo que está hecho es la amnistía, que se aprobará previsiblemente este mes, pero en otoño empezará la batalla de los Presupuestos para el año que viene. El resultado de las cuentas públicas y de otras leyes dependerá, por tanto, de cómo se terminen de configurar las fuerzas en Cataluña y qué estrategia decidan seguir tanto ERC, que obtuvo unos muy malos resultados este domingo, y Junts, que está aún a la espera de saber qué hace Carles Puigdemont.

Los de Feijóo, por su lado, pueden darse por más que satisfechos. Con los 15 escaños logrados anoche no solo confirman el sorpaso a Vox –que en 2021 les había superado ampliamente–, sino que recuperan su cuarto mejor resultado en Cataluña. De hecho, el PP es el partido que más crece, al subir más de siete puntos porcentuales con respecto a 2021. La razón, dicen en Génova, es que lo ha hecho también a costa del PSC: votantes que pasaron del PP a Ciudadanos; después, se fueron al PSC, y ahora regresan a las papeletas populares. En su opinión, esto significa que están ganando "la batalla por el centro".

Y es que la subida del PP no se tradujo en un descenso de Vox. Los de Santiago Abascal retuvieron sus 11 diputados, aunque no lograron crecer mucho más como para contrarrestar el despegue de los populares y seguir siendo la formación de referencia de la derecha en Cataluña.

Yolanda Díaz, por su lado, puede respirar: aunque Comuns Sumar perdió anoche dos escaños y las seis actas que consiguió son el peor resultado de la izquierda no independentista a la izquierda del PSC desde 1999, pueden valer su peso en oro, puesto que completarían por la mínima la mayoría absoluta que podría dar un Govern al candidato del PSC. Esto permite a Díaz coger algo de aire en su proyecto nacional después de los batacazos electorales de Galicia y el País Vasco.

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