España, un "laboratorio" del crimen organizado: "Los grupos delictivos están aumentando y cada vez son más violentos"

Cartela sobre criminalidad.
Cartela sobre criminalidad.
Carlos Gámez
Cartela sobre criminalidad.

A finales de abril, el presunto cabecilla de la Mocro Maffia y uno de los delincuentes más peligrosos de Países Bajos, Karim Bouyakhrichan, -que había sido detenido en enero en Marbella- se fugó por culpa de una descoordinación judicial entre la Audiencia Provincial de Málaga y la Audiencia Nacional. Este hecho generó una gran revuelo y suscitó el interés por dicha mafia y su actividad en el país, ahora bien, esta no es la única red criminal con presencia en España: existen decenas de grupos delictivos y el número cada vez va incrementado con los años.

España ocupa la quinta posición de 44 países europeos en términos de criminalidad, siendo superada solo por Serbia, Italia, Ucrania y Rusia, según el Índice Global de Crimen Organizado 2023. Esto supone dos puestos por delante respecto a la anterior clasificación (2021). El estudio, elaborado por la ONG Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC, por sus siglas en inglés), también señala que la nación ocupa el puesto 54 en el ranking mundial, compuesto por los 193 Estados miembros de la ONU. 

Y es que al menos 821 grupos delictivos "amenazantes" se encuentran en la Unión Europea (UE), muchos de ellos con actividad en España. Así lo pone de manifiesto el informe de la Europol Decodificando las redes criminales más amenazantes de la UE, presentado el mes pasado. Sin embargo, el estudio no establece un número concreto en territorio español, pues es "muy difícil" dar una cifra exacta o aproximada, afirma a 20minutos Ibón Domínguez, portavoz de JUPOL, sindicato mayoritario de la Policía Nacional. "Sí se podría decir que prácticamente todas las organizaciones criminales internacionales que operan en Europa lo hacen también en España", asegura.

La mayor parte de estas redes están integradas por miembros de mafias, clanes u organizaciones de otros países. No obstante, Ricardo Magaz, portavoz de la Sociedad Científica Española de Criminología (SCEC) y profesor de Fenomenología Criminal de la UNED-IUG, recalca que en España aún no hay mafias como tal, en sentido estricto del término.   "Solo cuando un grupo criminal coloniza un territorio, adquiere poder social y político y se introduce en las instituciones, se convierte en mafia propiamente dicha", puntualiza, poniendo de ejemplo las mafias italianas, la mafia albanesa, las triadas chinas, la mafia norteamericana, la yakuza japonesa, la mafia rusa o los cárteles latinoamericanos.

Organizaciones criminales que operan en España

El crimen organizado asentado en España es, en su mayoría, de origen externo y toma como punto de partida Andalucía y Levante, además de Madrid y Barcelona. Según GI-TOC, estos grupos suelen identificarse como organizaciones extranjeras de tipo mafioso -que no mafia-, es decir, con un nombre conocido, un liderazgo definido, control territorial y membresía identificable. Así, la ONG considera a España como "un laboratorio del crimen organizado", donde las bandas intercambian experiencias y desarrollan nuevos métodos para sus actividades ilícitas.

Holanda, Bélgica, Francia, Albania, Rumanía, Polonia, Italia e Irlanda, así como países del Este o los Bálticos, son los lugares de origen de los grandes grupos delictivos con presencia en la Península, según los expertos consultados. "En un principio se establecían en España básicamente para blanquear dinero, pero ahora por la posición geográfica y sus conexiones internacionales, también se dedican al tráfico de drogas", explica el portavoz de JUPOL.

Así, detalla que, principalmente, las organizaciones holandesa, belga, francesa y albanesa operan en el sur de España, Costa del Sol y Cádiz. Las italianas en Cataluña, Costa del Sol y Madrid y, las irlandesas, en Canarias. En cuanto a las de origen español, Magaz apunta a la relevancia de las bandas gallegas que empezaron en 1980 (Sito Miñanco, Oubiña y Los Charlines), ya que, aunque cayeron con la Operación Nécora del juez Garzón, "aún siguen traficando y se han hecho 'invisibles".

"En la zona del Estrecho de Gibraltar, Campo de Gibraltar y la franja meridional de Andalucía operan los narcos del hachís por todos conocidos, que sí causan mucha alarma social por su operatividad narcomacarra homicida utilizando una violencia absolutamente innecesaria", subraya. Asimismo, Domínguez coincide en que estos grupos están aumentando "de forma exponencial" y que "cada vez son más violentos": "Solo hay que ver cómo está Cádiz y lo que ocurrió en Barbate, donde dos guardia civiles fueron asesinados; o la Costa del Sol, donde solo en este año se han contabilizado cerca de una decena de tiroteos".

Por otro lado, si bien el policía comenta que es difícil establecer un ranking de peligrosidad, manifiesta que, probablemente, los primeros puestos los ocuparían las organizaciones de origen albanés y la holandesa, conocida como Mocro Maffia, antes mencionada. "Esta es una red de origen marroquí que se dedica fundamentalmente al narcotráfico, sin desdeñar el sicariato o los secuestros", aclara el portavoz de la SCEC, quien añade que su "cuartel general" está en los Países Bajos y Bélgica, pero su médula espinal en el Magreb. "De ahí la importancia del factor 'Península Ibérica' y su incidencia en nuestro país", advierte.

Precisamente, la huida de Karim Bouyakhrichan después de que la Audiencia Provincial de Málaga lo dejara en libertad provisional, sabiendo que existía riesgo de fuga, generó una situación que el Gobierno español calificó de "preocupante". El líder criminal se encontraba en España debido a que su organización había estrechado lazos con diferentes clanes de narcotraficantes ubicados en el área sur.

En todo caso, estas organizaciones son capaces de mantener su influencia y poder incluso si sus líderes o miembros son detenidos, tal como recoge Europol. Uno de los motivos es la corrupción, indica GI-TOC, al señalar que la presencia de grupos mafiosos internacionales y de redes de narcotráfico en el sur de España ha provocado un aumento de la corrupción entre agentes, funcionarios, jueces y políticos locales de bajo nivel. 

Sobre esto, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reconocido "los niveles muy preocupantes de infiltración social y económica" lograda por las organizaciones criminales en tiempos difíciles como la pandemia, guerras, la crisis energética y climática y la disrupción tecnológica. Lo hizo en una conferencia en la que anunció que la quinta reunión ministerial de la Coalición contra el Crimen Organizado se celebrará en España.

Actividades delictivas que más realizan en España

Los mercados criminales que más llevan a cabo desde el crimen organizado trasnacional en España son el comercio de drogas y la trata y tráfico de seres humanos, acorde con los datos de GI-TOC. Esto se debe a que la situación geográfica de España la convierte en un país de tránsito y destino clave. De hecho, varias redes delictivas combinan las actividades de tráfico de personas con el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales.

El informe recoge que la explotación sexual es la principal forma de trata de seres humanos en España, donde Andalucía es la región donde es más frecuente. Las víctimas suelen ser niñas y mujeres de Europa del Este, América del Sur y América Central, Vietnam, Tailandia, China y Nigeria. En cuanto al contrabando de personas, los individuos afectados suelen ser procedentes de países subsaharianos y del norte de África, siendo con frecuencia objeto de tráfico ilícito a través del Mediterráneo.

Pasando a las drogas, España es un destino importante para el mercado de heroína, cocaína y cannabis. En concreto, se han identificado tres rutas relevantes para el comercio de heroína, que transitan por los Países Bajos, los Balcanes y el Mediterráneo. Las organizaciones de Turquía y Albania suelen ser las que controlan los flujos de heroína y la distribución se concentra en grandes centros urbanos, como Madrid y Barcelona. Por su parte, Galicia, a donde la droga llega a través de puertos marítimos, se ha convertido en un centro logístico de la heroína, por lo que GI-TOC sugiere que existe corrupción entre los funcionarios de aduanas y las fuerzas del orden. 

La ONG señala que el tráfico de cocaína también es un "problema grave en España", donde el mercado sigue creciendo gracias a la implicación de agentes extranjeros en los principales puertos. Valencia y Algeciras son los principales puntos de entrada de la droga, mientras que Sevilla, Cataluña, Galicia y las islas son importantes áreas de distribución. Los grupos delictivos utilizan varias rutas, entre ellas la franja del Sahel y Argelia y Libia.

Ahora bien, la marihuana y el hachís son las drogas ilícitas más consumidas. España es el principal productor de cannabis de Europa y el principal punto de entrada de la droga procedente del norte de África, alerta GI-TOC. Los grupos implicados suelen ser actores criminales extranjeros con base en Francia, pero originarios del norte del continente africano. Además, apunta a que, en muchos casos, las plantaciones locales agravan la explotación laboral y la trata de personas.

La lucha contra el crimen organizado

Además de estar en el 'top 5' del Índice Global del Crimen Organizado, España se encuentra en el cuadrante de países con alta criminalidad-alta resiliencia, que corresponde a las naciones con un gran nivel de criminalidad pero también con una cierta capacidad de resiliencia para hacer frente a estas amenazas. China, Colombia, Costa Rica, Francia, Italia, Malasia, Nigeria, Senegal, Sudáfrica, Reino Unido y EEUU completan este listado.

GI-TOC asegura que España está comprometida con la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y ha firmado varios tratados para cumplir las normas internacionales. De igual forma, comenta que el sistema judicial es eficaz a la hora de perseguir a actores individuales que cometen determinados delitos de delincuencia organizada, como mulas de drogas y ladrones a pequeña escala. Sin embargo, advierte que tiene dificultades a la hora de investigar a grandes grupos mafiosos o redes organizadas por la corrupción policial y judicial.

Aun así, se deben destinar mayores recursos para enfrentar de forma eficiente a las organizaciones delictivas. De lo contrario, Europol avisa de que seguirá teniendo consecuencias en la sociedad: "No operan en un submundo delictivo aislado, sino que repercuten directamente en la vida de los ciudadanos". Ejemplos de ello son el aumento de la violencia relacionada con las drogas y las guerras territoriales en las calles o el abuso de jóvenes y otros estratos vulnerables de la población.

Por ello, desde JUPOL reclaman al Gobierno mayores recursos para los cuerpos de seguridad, ya que son "muy limitados". "Estamos pidiendo más medios, tanto humanos como materiales, y solicitando que, por ejemplo, Cádiz sea declarada zona de especial singularidad para que los agentes tengan incentivos en la lucha contra el narcotráfico", traslada el portavoz del sindicato, quien pide también que la Policía sea declarada una profesión de riesgo.

En cuanto a los recursos para luchar contra el crimen organizado, tanto nacional como transnacional, el portavoz de la SCEC cita algunos de los más importantes: los cuerpos policiales, la comunidad de inteligencia (CNI, CITCO, etc.) y la figura del Agente Encubierto, amparado por la Ley Orgánica 5/1999, que puede operar en delitos de secuestro, prostitución, contra el patrimonio y orden socioeconómico, contra los derechos de los trabajadores, tráfico de especies amenazadas, tráfico de drogas, falsificación de moneda, terrorismo, entre otros.

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