"Por el valle de la muerte cabalgaron los 600. ‘¡Adelante, brigada ligera! ¡Cargad sobre los cañones!’". Estos versos me vinieron a la cabeza el pasado sábado, cuando leí que una docena de autobuses con 600 militantes del PSPV partieron a Madrid para defender a su secretario general. La brigada ligera de los socialistas valencianos cargó indignada por los ataques de la artillería de la fachoesfera al presidente del Gobierno y a su esposa. Seiscientos militantes que piensan, como verbaliza José Luis Rodríguez Zapatero, que solo ellos representan la verdadera democracia. Dicho de otra manera, que cualquier cosa que se diga en contra de sus políticas o su líder es un ataque a la democracia. Más o menos lo que le ocurre a una parte de la derecha con eso de las esencias patrias y la idea de España, que solo ellos son los verdaderos exponentes.

A Ferraz llegaron los seiscientos, con sus puños y rosas, para pedir a Pedro Sánchez que resista una vez más. Que solo él es el 'muro' de contención de la derecha y la ultraderecha. Y en Ferraz se sumaron a los miles de compañeros socialistas que acudieron desde distintos puntos de España en apoyo de un presidente doliente y ausente. Bueno, ausente no, estaba muy presente, pero de otra manera. Como estaba aquel famoso 'Ausente' de nuestra triste posguerra civil. Sí, José Antonio Primo de Rivera.

Hoy conoceremos qué rumbo toma el secretario general. Es posible que en Ferraz ya no queden retratos de Pablo Iglesias por esta refundación del partido. Espero que el presidente del Gobierno tenga en cuenta en su decisión la ilusión de esos 600 socialistas valencianos que soportaron el madrugón y los chaparrones que cayeron en la capital. "¡Honrad a la brigada ligera, a los nobles 600!".