La rehabilitación de la Casa del Pumarejo es ya una realidad: el Ayuntamiento licita la primera fase de las obras

Casa palacio del Pumarejo
Casa palacio del Pumarejo
EUROPA PRESS - Archivo
Casa palacio del Pumarejo

Tras décadas de abandono y de lucha social por mantener en pie uno de los vestigios patrimoniales de Sevilla, el Ayuntamiento va a rehabilitar por fin la Casa del Pumarejo tras alcanzar un acuerdo con la asociación que la gestiona. La Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha iniciado este jueves los trámites para licitar la primera fase del proyecto por un importe de 4,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses. 

Este contrato supone el desbloqueo del proyecto que aprobó al completo el anterior gobierno municipal en 2022, tras el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta en el mismo año. Si bien, ha sido el actual ejecutivo el que lo ha retomado ahora cumpliendo con una reivindicación histórica de los vecinos de esta casa palacio, un edificio BIC del siglo XVIII de casi 1.900 metros cuadrados, en enclavado en la plaza homónima del barrio de San Gil y propiedad del Ayuntamiento de Sevilla desde 2011.  

Un hecho que ha sido posible tras convenir el Consistorio con la Asociación Casa del Pumarejo la suspensión temporal de la concesión demanial y el desalojo de tres locales hasta que concluyan los trabajos, momento en el que volverán a este enclave, ya en condiciones adecuadas, para seguir desarrollando su actividad de servicio público al barrio y a los vecinos, han informado fuentes municipales. 

Primera fase

En concreto, la intervención prevista para la recuperación integral del inmueble se va a efectuar en dos fases. La primera –cuya contratación comienza ahora- afectará a la mitad trasera del edificio, comprendiendo 2.339,34 m2 de superficie total construida entre las plantas baja, la entreplanta, planta alta y castillete. A ello hay que sumar la recuperación del patio trasero, con 125 m2 de superficie, y de otros pequeños patios menores no accesibles. El coste de estas obras asciende a cerca de cinco millones de euros y la duración estimada es de un año y medio.

Segunda fase

Una vez se concluya la rehabilitación de la zona trasera del edificio, se contratarán las obras de la parte restante de la casa –la zona delantera- completando así su entera recuperación. Las obras en su totalidad están valoradas en 7,9 millones de euros y afectan a todas las estancias y espacios además de las fachadas exteriores. El objetivo último es "devolver a la edificación unas condiciones de conservación y habitabilidad adecuadas", han destacado desde Urbanismo.

Mantenimiento, conservación y recuperación

El proyecto global plantea intervenir a todos los niveles desde el máximo respeto a los sistemas constructivos existentes. En relación a las fachadas, la actuación va encaminada a recuperar el aspecto homogéneo del edificio, manteniendo y recuperando la disposición original de los huecos y sus carpinterías. Se han previsto también medidas de conservación para la portada, el escudo y el balcón esquinado. 

Respecto al zaguán y al patio principal, se proponen intervenciones destinadas al mantenimiento y conservación de los elementos de interés, como balaustrada de piedra, columnas de caoba del patio y pasamanos igualmente de caoba de la escalera principal. Por su parte, la actuación en las galerías, tanto de la planta baja como de la primera, va a consistir en eliminar los aditamentos construidos para mantener la estructura original del edificio. 

En cuanto a la escalera principal, se recuperará la lectura de este significativo elemento en todo su desarrollo, eliminando el tramo que sube actualmente a la cubierta plana de la primera crujía y que se identifica claramente como un añadido. Por otro lado, las escaleras secundarias se extenderán hasta la planta baja para conectarlas con esta zona del edificio al tiempo que se reconstruirán los tramos actuales por su mal estado de conservación.

Además de las mejoras proyectadas sobre los elementos constructivos ya existentes, dentro de esta rehabilitación se incluye la ejecución de un nuevo ascensor y núcleo de escaleras que den respuesta a los problemas de accesibilidad actuales de las dos viviendas ocupadas en la planta alta. A nivel de cubiertas, se recuperará la cubierta original inclinada de teja al patio principal, eliminando el forjado plano actual realizado con viguetas de hormigón.

Por último, en el patio trasero, se demolerá el edificio añadido en este espacio para construir en su lugar uno nuevo del mismo volumen pero de mayor calidad constructiva y mejor distribución, de manera que se dispondrán dos viviendas en la planta alta y dos locales en la baja.

Símbolo de una vecinal

La casa palacio del Pumarejo, construida en el siglo XVIII, es un edificio protegido y está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2003. Previamente, en el año 2000 y tras la compra de la mitad del edificio para la construcción de un hotel de lujo, hubo un intento de  expulsión de los 12 inquilinos y de diez comerciantes que aún trabajaban en el inmueble.

Pero fue precisamente la movilización ciudadana y la lucha social, que se tradujo en la creación de una plataforma en defensa del edificio, la que consiguió que la casa del Pumarejo se inscribiera en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía con la categoría de monumento, frenando así su conversión en establecimiento hotelero.

Desde entonces, los vecinos han demandado su rehabilitación al Ayuntamiento, y ante el silencio de las administraciones en 2013 llevaron a cabo una recogida de fondos a través del 'crowdfounding' para recuperar el monumento. 

Ahora, diez años después, el ejecutivo de José Luis Sanz, ha dado "solución por fin a una de las demandas históricas en la ciudad". Una medida que persigue además "impulsar" el comercio tradicional y la hostelería de barrio y "recuperar el casco histórico como punto de encuentro de todos los sevillanos y de modos residenciales acordes a nuestro patrimonio vivencial".

Como ha subrayado De la Rosa, "afrontamos esta rehabilitación de la mano de una asociación histórica", que permanecerá en un edificio que "debe convertirse en centro neurálgico de la zona, manteniendo todos los registros históricos y sociales que la ciudad ha conformado en él". Así es, ha concluido De la Rosa, "nuestra manera de entender la rehabilitación del patrimonio, apostando siempre por mantener nuestro tejido asociativo, nuestro comercio y hostelería de barrio y las costumbres de nuestros vecinos".

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