El libro de memorias recién publicado de Rebel Wilson sigue dejando titulares de momentos un tanto surrealistas que ha vivido la intérprete de 44 años, de los que hasta ahora habían destacado su teoría sobre el odio que tiene Adele contra ella o el ya conocido trato vejatorio que vivió por culpa de Sacha Baron Cohen.
Sin embargo, ha sido su última confesión la que puede levantar más ampollas, ya que Wilson asegura sin ningún tipo de reparo que un miembro de la familia real británica le hizo una extraña proposición para que se uniese con él a una orgía con multitud de drogas que se iba a celebrar en el sur de California.
En las páginas de Rebel Rising, tal y como ha desvelado el periódico Daily Mail, la actriz australiana conocida por películas como Dando la nota, Dolor y dinero o JoJo Rabbit se abstiene de nombrar directamente quién fue esta persona, si bien da algunos detalles importantes.
El primero, que se trató de un hombre mientras que el segundo es todavía más concreto, pues Wilson le sitúa posiblemente en "el puesto decimoquinto o vigésimo en la línea de sucesión al trono británico". Además, agrega que se trató de una "invitación de última hora" y que ella creyó ver en la petición del royal que se lo pidió porque necesitaban "más chicas".
La intérprete, que sitúa los hechos en 2014, ha rememorado que todo ello tuvo lugar en una curiosa fiesta de temática medieval que se había organizado en la casa de un multimillonario norteamericano del sector tecnológico a las afueras de Los Ángeles. Y bromea en su libro: "Qué oportunidad tan perfecta para encontrar un novio, pensé".
Porque Rebel Wilson se presentó allí con un "vestido de damisela rolliza con el sombrero de cono", aunque de repente vio que aquello era algo "loco", con artistas haciendo acrobacias y balanceándose, gente peleando a caballo como si fuera una justa y una piscina llena de mujeres vestidas de sirenas.
En dicha fiesta, la actriz recuerda ver al miembro de la familia real británica ir en busca de droga, la cual repartían en bandejas. "Yo veo a este royal tambalearse mientras yo estoy permanentemente levantando mis tetas. Son mi mejor activo físico", escribe Wilson, que puntualiza que al principio pensó que el MDMA eran dulces y que lo repartieron tras un espectáculo de fuegos artificiales.
Pero más tarde le dijeron que era "para la orgía", algo que ella desconocía pero que era común en las fiestas de dicho multimillonario. "Así que el comentario del Windsor sobre la necesidad de más chicas empezó a tener mucho más sentido, porque no estaban hablando de una proporción de chicos y chicas como si fuera el baile de graduación del último curso", añade Wilson, "¡Estaban hablando de una orgía!".
Wilson, quien era virgen en ese momento —según sus memorias, el año siguiente la perdería—, afirma que salió de allí pitando justo antes de que comenzase dicha escena de sexo. "Ni que decir tiene que me levanto el vestido ese de damisela y salgo corriendo de allí lo más rápido que puedo", finaliza.
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