Las ansiadas lluvias que por fin llegaron a buena parte de Andalucía la pasada Semana Santa han permitido que, tras más de un año con el grifo cerrado, 80.000 vecinos del norte de la provincia de Córdoba vuelvan a tener agua potable en sus domicilios.

Así lo ha confirmado este lunes el presidente de la Junta, Juanma Moreno, en su cuenta de X, y más tarde el delegado del Gobierno andaluz en esta provincia, Adolfo Molina, que han calificado esta como una "gran noticia", que se produce después de que la Consejería de Salud haya realizado tres análisis del agua embalsada en Sierra Boyera, que abastece a las comarcas de Los Pedroches y el Alto Guadiato, y estos hayan determinado que los niveles de carbono orgánico total (COT) se encuentran en los niveles óptimos.

Cabe recordar que la prolongada sequía provocó que el pantano de Sierra Boyera, que abastece a más de una veintena de municipios, se quedara seco y que se habilitara una conexión desde el embalse de La Colada, dependiente de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana, agua que llegaba en bruto hasta el sistema de depuración, pero que estaba contaminada por COT debido al crecimiento descontrolado de unas algas, lo que puso de manifiesto la falta de mantenimiento del mismo.

Esto provocó que el 17 de abril de abril de 2023 Salud declarara el agua de esta zona no apta ni para el consumo humano ni para cocinar, y desde entonces, sus vecinos han tenido que abastecerse con cisternas. A ellos ha querido Molina agradecer su "paciencia y responsabilidad" durante este "año largo", así como a la Diputación de Córdoba, que "ha mantenido un importante esfuerzo económico y humano para bombear el agua" y llevar "camiones cisterna a 43 núcleos de población" en el Norte "para garantizar el agua potable".

Ahora, tendrán que realizarse un seguimiento semanal durante, al menos, cuatro semanas, en cinco redes de distribución representativas de la Zona de Abastecimiento Norte, ha explicado el delegado de la Junta en Córdoba.