Alberto Núñez Feijóo da de nuevo la batalla. Poco más de un año después de que el Pleno del Congreso rechazara penalizar más la reincidencia en hurtos y estafas como le pedía la oposición, el líder del PP anuncia que volverá a llevar la propuesta al debate parlamentario. "Vamos a plantear un proyecto de ley para penar con mayor intensidad la reincidencia de los delitos, en especial, en los hurtos, robos y okupaciones".

"Tenemos que dar seguridad jurídica a los ciudadanos porque viven en un Estado de derecho y en un país libre. La seguridad jurídica es fundamental para el bienestar y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley", incidió desde Girona ya que, según Feijóo, la criminalidad en Cataluña son un 57% superiores al incremento de la criminalidad en España y que el 40% de los pisos okupados" de todo el país están en Cataluña. "España se está convirtiendo en un país que no es de fiar", según el popular, por la amnistía y su falta de seguridad jurídica.

De este modo, el PP elabora otra proposición de ley como la que le tumbó el Congreso el 28 de marzo del año pasado. Entonces, la iniciativa de la oposición incluía una multa de uno a tres años y, en su caso, la cárcel cuando se reincide en un delito leve, puesto que actualmente solo se persiguen los delitos más graves. De hecho, una de los argumentos que defendió el popular Luis Santamaría es que la reforma de 2022 que planteó PDeCAT y contó con el apoyo del PP no estaba dando los resultados esperados. 

Según explicó Santamaría, los delincuentes planifican sus robos para no superar el límite marcado de 400 euros y estaba provocando un aumento de esta práctica ilegal. De ahí que la iniciativa del PP estaba enfocado a incluir las penas más leves y evitar que este tipo de conductas sigan aumentando en España.

No obstante, el PP no obtuvo el apoyo mayoritario de la Cámara por el rechazo del PSOE y otros socios como PNV. Tan solo contó con Vox, Ciudadanos, Foro Asturias y Junts, que se abría a que pudiera debatirse en sede parlamentaria. Los populares buscan de nuevo el apoyo de la Cámara, esta vez, con más peso en ella, ya que tras las elecciones generales el PP pasó de tener 88 diputados a 137. Claro que, todavía, gobierna la mayoría progresista.